INVESTIGADORES
FINQUELIEVICH Susana
congresos y reuniones científicas
Título:
CIUDADES COMPLEJAS, TECNOLOGIAS DE INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL: Alternativas “virtuales” para la educación y la capacitación de recursos humanos
Autor/es:
SUSANA FINQUELIEVICH
Lugar:
Montevideo
Reunión:
Jornada; VI JORNADAS DE SALUD MENTAL EN CIUDADES DE COMPLEJIDAD CRECIENTE; 1998
Resumen:
La íntima relación entre tecnologías de información y comunicación y ciudad ha recorrido el imaginario colectivo al menos desde el siglo XIX. En 1926 Fritz Lang desplegaba computadoras y televisores de circuito cerrado en su clásico film “Metrópolis”. Películas posteriores, como “Blade Runner” o “Brazil”, los libros de clásicos de la ciencia ficción como Isaac Asimov o Richard Simak, historietas como “Ficcionario” de Altuna o las del francés Moebius identifican la ciudad como locus por excelencia de producción, difusión y consumo de las últimas innovaciones tecnológicas. La ciencia ficción relata casi siempre hechos que ocurren en medios urbanos, la mayoría de las veces emergentes de una catástrofe causada precisamente por el descontrol de la tecnología, convertida en nuevo monstruo de Frankenstein desatado, o por clases dominantes tecnocratizadas al extremo. El campo, en cambio, se presenta como un paraíso bucólico y a-tecnológico, el último refugio al que se puede escapar de robots desencadenados, replicantes, controles informatizados del pensamiento o efluvios post-nucleares, donde el ser humano no se siente amenazado por la rapidez de los cambios y donde no está obligado a aprender continuamente nuevas habilidades tecnológicas sólo para poder seguir viajando como pasajero en el tren de la historia. Esta representación de la interfase ciudad-tecnología, ya sea catastrófica o idealizada, incorporada en las artes y en la imaginación popular, ha tardado sin embargo en ser recogida por los científicos sociales. Sólo en la década del 80 los sociólogos urbanos comenzaron a ocuparse del tema. Este proceso se aceleró en Argentina a partir de 1995, año en que la Internet comenzó a difundirse velozmente en el país. En cambio, el interés de los trabajadores de la salud por el tema es completamente nuevo y debe ser saludado con entusiasmo. Una pregunta que aparece con frecuencia es: ¿Los avances tecnológicos son socialmente neutros? Esta inquietud, expresada en diversos grados y desde diferentes puntos de vista, recorre la mayoría de los debates sobre ciudad, complejidad y tecnología. En ellos se percibe la existencia de dos miradas mutuamente contradictorias sobre la informática y las telecomunicaciones: la primera es la mirada fascinada, que no sólo contempla la tecnología como el motor básico de los cambios históricos, sino que también señala que estos efectos serán inexorables, universales, y que podrían en el medio y largo plazo ser universalmente benéficos para todos. En el polo opuesto, la mirada ausente, (ausente con respecto a las innovaciones tecnológicas) no considera a la tecnología como parte significativa de las respuestas a los problemas sociales, particularmente los específicos de los países periféricos. Por el contrario, sostiene que, dado que existe un universo por lo menos dual, las medidas que deben concebirse para resolver algunos de los problemas que aparecieron junto con las innovaciones tecnológicas, aunque no debidos exclusivamente a ellas, sino a una combinación de factores económicos, tecnológicos y políticos -como desocupación, empobrecimiento, agudización de las diferencias entre los diferentes estratos socioeconómicos, etc.-, deben ser deliberadamente a-tecnológicas, excluyentes de la tecnología. Desde una mirada no se ve un objeto, desde la otra no se ve el otro: son miradas que se ignoran recíprocamente. Mientras la mirada fascinada ignora la desigualdad de acceso y oportunidades de integración a la sociedad de la información, la mirada ausente ignora -o pretende ignorar- la tecnología y el potencial transformador, y aún inexplorado, que ésta conlleva o, cuando la considera, es para focalizarse en sus peligros. ¿Qué sucede en el espacio que existe entre las dos miradas? Entre ellas se encuentra el universo de la aplicación práctica de la tecnología, que en los países más desarrollados y en un número creciente de países periféricos ha demostrado no sólo sus posibilidades de mejora de la gestión urbana y de optimización de la calidad de vida de los ciudadanos, sino también sus potencialidades como instrumento alternativo de participación ciudadana, de educación y formación constante, de herramienta no desdeñable para la salud física y mental de la población. Pero para que esto se cumpla, es necesario tener en cuenta una condición previa: La informática y las telecomunicaciones serán realmente útiles para nuestra sociedad, en el sentido más amplio, sólo cuando las computadoras estén unidas por una infraestructura al igual que un sistema vial o una red de energía eléctrica y la población tenga acceso a esta red como a un servicio público más.