INVESTIGADORES
FINQUELIEVICH Susana
capítulos de libros
Título:
El acceso público a la información y a la Sociedad del Conocimiento en Argentina
Autor/es:
SUSANA FINQUELIEVICH; ADRIAN ROZENGARDT
Libro:
Equipamientos de acceso público a la información y la comunicación en América Latina
Editorial:
Ed. Cooperativa Sula Batsu
Referencias:
Lugar: San Jose; Año: 2010; p. 41 - 61
Resumen:
Resumen 1.1. Los desafíos de un desarrollo inclusivo para la construcción de ciudadanía La población argentina es sumamente permeable a las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación. Según lo señalan numerosas investigaciones y estudios2, los ciudadanos otorgan un gran valor a la posibilidad de acceder a la información y la comunicación a través de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Se estima extraordinariamente la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana, como lo testimonia el incremento del parque de computadoras, el aumento del uso de la banda ancha y la cantidad de líneas activas de telefonía celular. Un número cada vez mayor de personas de todas las edades y todos los orígenes y condiciones sociales -con acento en las capas medias y altas - utilizan las TIC o se interesan por sus beneficios. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. La población argentina es sumamente permeable a las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación. Según lo señalan numerosas investigaciones y estudios2, los ciudadanos otorgan un gran valor a la posibilidad de acceder a la información y la comunicación a través de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Se estima extraordinariamente la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana, como lo testimonia el incremento del parque de computadoras, el aumento del uso de la banda ancha y la cantidad de líneas activas de telefonía celular. Un número cada vez mayor de personas de todas las edades y todos los orígenes y condiciones sociales -con acento en las capas medias y altas - utilizan las TIC o se interesan por sus beneficios. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. La población argentina es sumamente permeable a las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación. Según lo señalan numerosas investigaciones y estudios2, los ciudadanos otorgan un gran valor a la posibilidad de acceder a la información y la comunicación a través de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Se estima extraordinariamente la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana, como lo testimonia el incremento del parque de computadoras, el aumento del uso de la banda ancha y la cantidad de líneas activas de telefonía celular. Un número cada vez mayor de personas de todas las edades y todos los orígenes y condiciones sociales -con acento en las capas medias y altas - utilizan las TIC o se interesan por sus beneficios. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social. La población argentina es sumamente permeable a las innovaciones tecnológicas en materia de información y comunicación. Según lo señalan numerosas investigaciones y estudios2, los ciudadanos otorgan un gran valor a la posibilidad de acceder a la información y la comunicación a través de las tecnologías de información y comunicación (TIC). Se estima extraordinariamente la incorporación de la tecnología a la vida cotidiana, como lo testimonia el incremento del parque de computadoras, el aumento del uso de la banda ancha y la cantidad de líneas activas de telefonía celular. Un número cada vez mayor de personas de todas las edades y todos los orígenes y condiciones sociales -con acento en las capas medias y altas - utilizan las TIC o se interesan por sus beneficios. Este interés -y estas posibilidades de acceso son el resultado de la confluencia de al menos dos procesos. El primero tiene que ver con la tradición educativa y cultural valorada por la población como medio de movilidad social, con el importante lugar que ocupa la escuela en el imaginario social, el alto nivel de alfabetización y escolarización de la población argentina (97,4%), el desarrollo de la industria editorial y cultural, el número de creadores en arte y literatura (incluyendo cuatro Premios Nobel), que ubican al país entre uno de los de más altos estándares de la región. El segundo proceso se vincula al fuerte crecimiento del sector privado de telecomunicaciones e informática, y la utilización del mercadeo como vector del consumo de estos productos, fundamentalmente a partir de la recuperación de la crisis del 2001/2002, verdadero punto de inflexión en la historia reciente del país. Esta confluencia, sustentada en el crecimiento del PBI, el aumento del empleo y la disminución de los índices de pobreza e indigencia, ofrece condiciones favorables para que la demanda y el interés de acceder a la información a través de las TIC encuentren posibilidades de respuesta y satisfacción para un gran número de personas. Sin embargo, este “acceso” se encuentra condicionado por las desigualdades socioeconómicas, territoriales y de infraestructura que marcan una profunda brecha entre quienes acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social.acceden a la información y a la SI y quienes no. Pimienta3 señala una serie de obstáculos vinculados a la brecha digital y el acceso a las TIC: ofrece la imagen de una pista con vallas que se interponen entre las tecnologías y el desarrollo humano. En este esquema, los obstáculos a vencer son relativos a la infraestructura, las posibilidades financieras para acceder a dicha infraestructura y equipamientos, la sostenibilidad, la alfabetización básica funcional, la localización lingüística, el uso, la apropiación tecnológica, el uso con sentido, la apropiación social, el empoderamiento y la innovación social.