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La explotación sexual comercial infantil (ESCI) en turismo es un fenómeno global existente tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados, aunque su tipología y extensión varíe en cada país, región o ciudad. En algunas ciudades del mundo la población esta consciente desde hace mucho tiempo de la existencia de la ESCI. En otras, como en la Republica Argentina, recién comienza a hablarse del tema. La explotación de los niños en el turismo se ha extendido y agravado, en las últimas décadas, debido a los avances tecnológicos, la expansión de la industria del sexo, el aumento de los flujos turísticos, y especialmente al rol que desempeñan los servicios turísticos en esta modalidad. La mayor parte de los estudios e investigaciones realizados en torno a la participación de menores de edad en casos de explotación sexual coinciden en señalar la gravedad de las consecuencias, tanto físicas como psicológicas, así como el riesgo de perder las oportunidades educativas, que este fenómeno puede ocasionar a los niños. Un ejemplo de ello es la Convención sobre los Derechos del Niño, difundida a nivel mundial, y que se ha preocupado, entre otras situaciones, por la suerte que corren los menores explotados sexualmente. Los servicios turísticos, por lo general, no participan en forma deliberada de esta industria. Sin embargo, son utilizados con estos fines. Los turistas reservan sus viajes, utilizan medios de transportes y diferentes instalaciones turísticas del destino anfitrión según sus necesidades y preferencias. Es así que cada uno de estos servicios se convierten en excelentes medios para prevenir estas prácticas. En este contexto el objeto del trabajo es informar y alertar a los profesionales en turismo de la República Argentina sobre el tema, dada la importancia que adquieren los servicios turísticos en las prácticas de los turistas pedófilos, planteando las medidas que deberían tomarse para evitar el riesgo. Se analiza la explotación sexual de niños en turismo, su conceptualización y las principales características de la demanda, profundizando su relación con los distintos prestadores turísticos involucrados en esta práctica. Para ello se investiga el servicio de transporte aéreo, marítimo y por carretera, de alojamiento y la intermediación de las empresas de turismo. Por último se esbozan los lineamientos de las diferentes medidas de prevención para concientizar a dichos actores. El mercado del turismo sexual infantil se desarrolla a través y con ayuda de los servicios turísticos, por este motivo es necesario prevenir el problema a través de ellos. Esto no determina la desaparición de la problemática pero si contribuye a su disminución.

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