INVESTIGADORES
RODRIGUEZ Laura Graciela
congresos y reuniones científicas
Título:
Los jóvenes radicalizados. El caso del peronismo de izquierda en Misiones (1966-1976)”.
Autor/es:
RODRÍGUEZ, LAURA GRACIELA
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Jornada; VII Jornadas Interescuelas- Departamentos de Historia; 1999
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Comahue
Resumen:
En este artículo trabajo sobre los factores que influyeron en la radicalización de los jóvenes en la Argentina. Las explicaciones de los investigadores dan cuenta de múltiples causas y ponen acento en algún aspecto en particular. Para Marcelo Cavarozzi, la debilidad del sistema político argentino residía en que desde el ’55 había existido un sistema dual de autoritarismo- democracia, una alternancia entre gobiernos civiles y militares que generaba un “equilibrio dinámico”. La guerrilla peronista surgió como reacción al intento de Onganía de “suprimir” la política por decreto. En este contexto, las luchas siguieron vías “extra institucionales” y los Montoneros pretendieron el socialismo nacional y un régimen no parlamentario. Liliana De Riz, sostiene que la “crisis de la sociedad populista” que se instauró a partir del ’55, solo podía ser resuelta por Perón. Sin embargo, durante el Onganiato se produjo un creciente divorcio “entre la lucha social y la lucha política”, es decir, entre las “luchas de los trabajadores y la estrategia del sindicalismo” que, a la llegada de Perón, se tornaron inmanejables. En este sentido, Romero cree que los actores principales del juego político desde el ’55 fueron los “actores corporativos”. En el ’66 se rompe el “empate” porque “la conducción vandorista de los sindicatos no garantizó la desmovilización de los trabajadores, como lo venía haciendo desde 1955”. Portantiero, a diferencia de Romero, cree que las clases dominantes argentinas nunca pudieron romper el “empate hegemónico”. Los sectores que apoyaban a Krieger Vasena fueron los únicos que tuvieron clara vocación de imponerse y superar el empate. Sin embargo, el autoritarismo de Onganía provocó que la Sociedad “desbordara” al Estado. Para O’Donnell, el golpe militar instaurado por Onganía era sustancialmente distinto a los otros golpes militares que se habían organizado en el país. La misión principal del Estado Burocrático Argentino [en adelante EBA] fue la de instaurar y garantizar el orden social. El autoritarismo del Onganiato provocó, entre otras cosas, el auge de la protesta social y la “complejización” del peronismo. El Estado no pudo garantizar la “dominación social” y tuvo que retirarse. No hubo otro intento de re organizar el Estado y la crisis se ahondó. Todos estos autores coinciden en que el Cordobazo fue el resultado de tres años de autoritarismo y que a la llegada de Perón al poder, la crisis y el espiral de violencia no pudieron ser solucionadas porque no había “voluntad” entre los distintos actores corporativos. Por otro lado, los partidos políticos y el Parlamento tenían escaso peso en el escenario político. En síntesis, coinciden en que Perón no pudo canalizar las luchas institucionalmente ni detener el proceso de radicalización revolucionaria porque fracasó en su intento de reorganizar las relaciones entre Estado y sociedad civil, detener la desarticulación en el plano de la política y la crisis de dominación social. Ahora bien, ¿puede el “Onganiato” explicar por sí solo el auge de la violencia en el país?. En este sentido, son muy sugerentes las propuestas de Romero y Ollier. La violencia, lejos de aparecer en forma “abrupta” como sostiene Waldmann, fue instalándose durante los años de autoritarismos y democracias “fingidas” que forjaron una cultura política “violenta y autoritaria”. Como también sugiere Altamirano, existía además, un “escepticismo” y “desprecio” por la democracia. Y ¿de dónde venía que la “revolución” era posible? El descontento de la sociedad se manifestó en varias ocasiones, pero sin duda fue el Cordobazo su expresión máxima. Esta protesta masiva se convirtió rápidamente en un símbolo que vastos sectores  interpretaron como “la señal de que algo diferente  y nuevo era posible en la Argentina”. Además el Cordobazo también difundió la “creencia en la violencia como un medio eficiente para el logro de metas en la arena política”. Entonces, ¿a qué me refiero cuando digo “radicalización de los jóvenes”?. Sostengo que los jóvenes radicalizados en los ’70 fueron los que optaron por militar en un partido armado o en una organización político- militar. Expresaban metas de carácter revolucionario, y/o perseguían el “socialismo nacional”, y/o adherían a las concepciones de la izquierda tradicional. Sin embargo, como bien dice Hobsbawm, la radicalización de la juventud no fue un fenómeno exclusivamente argentino y la convicción de que la violencia era un medio para lograr los objetivos políticos involucró a buena parte de los jóvenes en los años ’60 y ’70. Según Sigal, Verón, Altamirano y Tortti, la particularidad en el caso argentino fue, por un lado, la debilidad histórica de los partidos de la izquierda tradicional, y por el otro, la opción por el peronismo. Como lo que interesa a este trabajo es la “complejización” del peronismo de la que habla O’Donnell, me detendré en el término “izquierda peronista”. Según Gillespie la izquierda peronista estaba conformada por todos los que adscribían al “socialismo nacional”. Se fue conformando desde 1955, y Perón desde el exilio la apoyó en forma “ambigua” o con firmeza porque “le era útil”. Los límites de esta izquierda peronista son difusos y también ambiguos, e incluyen a los peronistas “desilusionados” a partir del gobierno de Frondizi; a los que defendían “los valores de la Resistencia”, a los que organizaron la oposición sindical a Vandor; y finalmente a Montoneros. James  sostiene que la izquierda peronista estuvo lejos de constituir una ideología formal. Se definió en función de lo que Raymon Williams denominó “estructuras de sentimiento”. Distintas de la ideología formal,  “conciernen a significados y valores tal como se los vive y se los siente activamente” La izquierda peronista se identificaba con un determinado conjunto de “cualidades morales y valores éticos” antes que con un programa político y preceptos ideológicos. Había antes de 1970 toda una experiencia acumulada vinculada a las distintas formas de oposición que se habían ejercido durante los años de la proscripción peronista. Es decir, el término de “izquierda peronista” no se circunscribe exclusivamente a la organización Montoneros.