INVESTIGADORES
RODRIGUEZ Laura Graciela
artículos
Título:
La Historia que debía enseñarse durante la última dictadura militar en Argentina (1976- 1983)
Autor/es:
RODRÍGUEZ, LAURA GRACIELA
Revista:
Antiteses
Editorial:
Universidad Estadual de Londrina
Referencias:
Lugar: Londrina, Brasil; Año: 2009 vol. 2 p. 1 - 25
ISSN:
1984-3356
Resumen:
         El 24 de marzo de 1976 los integrantes de las tres Fuerzas Armadas organizaron el sexto asalto a un gobierno elegido constitucionalmente, al tiempo que se habían sucedido otros golpes de Estado de similares características en los países del Cono Sur Latinoamericano (Brasil, Chile y Uruguay). En comparación, la última dictadura militar en Argentina fue la más cruenta de la región. Los organismos de derechos humanos calculan que hubo alrededor de 30 mil “desaparecidos”, denominación que define a las personas que fueron secuestradas por las fuerzas de seguridad y de las que no se supo el paradero durante mucho tiempo. Lo cierto es que la mayoría fue torturada en aproximadamente 340 centros clandestinos de detención distribuidos en todo el país, y/o asesinada. Es sabido que las autoridades educativas de un gobierno determinado, buscan transmitir un relato de la Historia escolar que esté acorde con sus proyectos políticos, seleccionando y omitiendo ciertos sucesos y personajes. Existen numerosas investigaciones en distintos países que muestran que esta es una operación que puede rastrearse en los manuales escolares (Ferro, 1981; Carretero, 2007; Valls, 2008; de Amézola, 2008). Los gobiernos tienen la preocupación de “inventar” una tradición particular en donde puedan ellos mismos incluirse en esa “comunidad imaginada” nacional (Anderson, 1993; Hobsbawm y Ranger, 2002). A lo largo del siglo XX los países latinoamericanos y particularmente los del Cono Sur, pasaron por regímenes democráticos de distinto tipo que se alternaron con golpes militares. En Argentina, todos ellos pretendieron introducir en la escuela una serie de cambios en el relato de la Historia que gozaron de distintos grados de eficacia. Para apreciar lo que ocurrió con la Historia durante la última dictadura, en este trabajo nos detendremos en la lectura del “calendario escolar” de la provincia más grande del país, Buenos Aires. En el calendario escolar los ministros de educación argentinos hacían saber qué fechas y personajes debían recordarse ese año, cómo tenían que organizarse los “actos patrios” y todo lo referido a la organización escolar (día de inicio del ciclo lectivo, semanas de exámenes, entre otros). En los años del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional, las autoridades estaban habilitadas para incorporar, por fuera de lo dispuesto a principios de año, otros sucesos que consideraran relevantes. En este artículo analizaremos qué hechos y personalidades de la Historia fueron introducidos en el calendario escolar por los funcionarios del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires durante esos años (1976- 1983). A través del estudio de la normativa destinada a intervenir en el calendario, identificaremos el tipo de nociones del pasado que buscaron transmitir y qué serie de actividades se incluyeron para los docentes. Pretendemos mostrar que el calendario escolar ideado por las autoridades dictatoriales buscó re escribir el pasado para borrar definitivamente la mención del General Perón y todo lo relacionado con el “populismo” o el “caudillismo”; reforzar los valores inscriptos en la tradición católica aliada a la dictadura, que partían de una idea jerárquica de la familia, la sociedad y la política; y por último, construir un pasado que justificara el accionar presente de las Fuerzas Armadas en relación con el conflicto bélico planteado con Chile, la política represiva hacia los “subversivos” y la aceptación del plan económico vigente. Entre 1976 y 1983, en la provincia de Buenos Aires hubo cinco ministros de educación. El día 13 de abril el gobernador Saint Jean (1976-1981) nombró en el cargo al general de Brigada (retirado) Ovidio Jesús Antonio Solari, quien permaneció desde 1976 hasta fines de 1980. La presencia de un militar en esa cartera no era una novedad ya que en la primera etapa del Proceso, eran diecisiete provincias las que tenían ministros de educación militares. El ministro Solari fue el único que consiguió diseñar una serie de reformas al sistema. Entre fines de 1980 y octubre de 1983 se sucedieron cuatro ministros de educación civiles que no llegaron a articular ningún proyecto propio en un contexto de crisis política y económica que se acentuaba. El general Solari era aliado de Saint Jean y pertenecía al grupo de los “duros” del Ejército, quienes estaban a favor de la represión, propiciaban una apertura democrática en el muy largo plazo y sostenían una idea elitista de la participación política (Quiroga, 2004; Novaro y Palermo, 2003; Rodríguez, 2009). Este artículo está estructurado en cinco apartados ordenados cronológicamente. El primero se refiere a la conformación de un nuevo calendario escolar; el segundo a los eventos que se sumaron en 1978 y el tercero a los organizados alrededor de la figura de San Martín. En la cuarta sección describiremos la construcción de los “centenarios” (de la inmigración, de la “conquista del desierto” y de la “generación del ’80”). Al final, veremos las últimas actividades que se organizaron entre 1980 y 1983. [1] El general Juan Domingo Perón fue presidente elegido democráticamente entre 1945 y 1955, cuando un golpe militar interrumpió su mandato y lo mantuvo proscripto durante 18 años. En marzo de 1973 se volvieron a organizar elecciones libres y ganó el Partido Justicialista con Héctor Cámpora a la cabeza. En septiembre Perón fue habilitado a presentarse en los comicios, convirtiéndose por tercera vez en presidente constitucional. Perón murió en julio de 1974 y continuó su mandato la viuda, María Estela Martínez, quien se apoyó en el entonces ministro de bienestar social, José Lopez Rega quien encabezaba una organización denominada “Triple A” (Alianza Anticomunista Argentina) que se dedicó a perseguir y asesinar a militantes disidentes al gobierno, entre ellos varios artistas. En el medio de una crisis económica profunda y el crecimiento de los grupos armados de izquierda, una coalición civil y militar organizó un nuevo y último golpe militar.