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A partir de mediados de la década del ?80 puede identificarse en el campo de las ciencias cognitivas un conjunto de programas de investigación y propuestas teóricas que puede denominarse ciencia cognitiva corporizada, caracterizados por un marcado énfasis en el papel del cuerpo físico del agente y del medio ambiental en el que está inserto para el estudio de la cognición. Un punto filosóficamente relevante que hace a este movimiento es el abandono de algunas de las ideas basilares de lo que puede considerarse el cognitivismo clásico, aquel encabezado por las hipótesis del sistema físico de símbolos de Newell y Simon y el lenguaje del pensamiento de Jerry Fodor. Dos de las ideas más importantes a este nivel programático eran la de la realizabilidad múltiple, que habilitaba al científico cognitivo a desentenderse de los materiales físicos donde los procesos cognitivos se instancian, y la del solipsismo metodológico, que establecía la mente/cerebro como su exclusivo objeto de estudio. Lo que se abona en general es un enriquecimiento de los modelos abstractos para la cognición en los que se puedan integrar exitosamente los aspectos relativos a la fisiología del sistema cognitivo, perceptual y motor, y las constricciones físicas y situacionales del medio ambiental en el que los agentes cognitivos se desempeñan. Puede además establecerse una conexión entre el movimiento corporizado y el surgimiento y creciente ascenso, durante la década del ?90, de las neurociencias cognitivas. Presentaremos los lineamientos básicos de este conjunto de programas así como algunas de las investigaciones más fértiles y en estrecho contacto con la neurociencia cognitiva, destacando en particular las consecuencias y posible proyección en la práctica científica del abandono de aquellos pilares filosóficos tradicionales.

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