INVESTIGADORES
CALVIÑO Amalia Mirta
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Es posible vincular la resistencia a consumir alimentos novedosos con parámetros determinantes de la composición corporal?
Autor/es:
PASCALE, N; DROLAS, M.C.; WITRIW, A.; CALVIÑO, A.
Lugar:
C.A.B.A.
Reunión:
Jornada; JCC 2011; 2011
Institución organizadora:
Secr. Ext. Univ. y Bienestar Estudiantil, Facultad de Farmacia y Bioquímica, UBA
Resumen:
La prevalencia de obesidad, síndrome metabólico y diabetes en la población obedece a diversas causas entre ellas conductas alimentarias inadecuadas y la adopción de hábitos sedentarios. Resulta así de importancia explorar la situación alimentaria y nutricional de una determinada población y averiguar si hay relación entre diferentes conductas como la restricción dietaria, o el grado de resistencia hacia nuevos alimentos y la composición corporal. En el presente trabajo se administró una encuesta estructurada para averiguar la presencia de neofobia que es la resistencia a consumir alimentos novedosos (étnicos, extrudados, moldeados, funcionales, enriquecidos, light, bebidas compuestas, platos preparados y otros). Asimismo se analizó la composición corporal evaluada por fraccionamiento antropométrico a partir de 25 medidas de superficie que determinan los distintos componentes de la masa corporal y las reservas proteica y calórica. La hipótesis a confirmar es que los autoreportes de comportamiento alimentario (conducta de neofobia) pueden vincularse con la reserva proteica y calórica determinados mediante una técnica no invasiva como es el fraccionamiento antropométrico. El cuestionario sobre actitudes neofóbicas hacia alimentos novedosos forma parte de una encuesta que solicitó a los participantes describir sus conductas y hábitos alimentarios. Para el análisis de neofobia se evaluaron 10 ítems (cinco que evalúan directamente la actitud negativa hacia innovaciones en la dieta, por ejemplo “Me da miedo comer cosas que nunca he probado antes” o “Si no sé lo que hay en una comida o alimento, no lo pruebo” y cinco que la evalúan en forma inversa, por ejemplo “Constantemente pruebo comidas o alimentos nuevos y diferentes” o “Me gustan las comidas o alimentos de países diferentes”. Los participantes responden mediante una escala de categorías de 7 puntos donde 1 es nada cierto y 7 es totalmente cierto. El puntaje total varía entre 10 y 70 y el punto de corte para clasificar neófobos (F) de neofílicos (L) se establece a partir del promedio de todas las respuestas. Participaron un total de 118 personas a las que se les realizó el estudio de composición corporal a partir de la a serie completa de mediciones antropométricas tales como talla, talla sentada, 7 pliegues cutáneos, 8 diámetros óseos, 7 perímetros musculares y peso. A partir de estas medidas se calculó la reserva calórica (RC) y proteica (RP) estableciendo si estos parámetros son normales (RC o RP N) o anormales (RC o RP A). Contestaron todas las preguntas, 101 mujeres y 13 varones (edad promedio + 2 SEM = 24,95 + 1). Para buscar asociación entre neofobia y ambas reservas se aplicó el test de Chi2. Para comparar los índices de masa corporal (IMC) para ambos grupos (L y F) se aplicó el test de Student después de verificar igualdad de varianzas. Los resultados muestran que solo el 43% de los participantes tienen ambas reservas normales y que el 57% restante tiene una o ambas reservas anormales. El promedio de puntajes en la escala de neofobia resultó de 33,4 por ello puntajes mayores a 33 corresponden a F(n=50) y menores o iguales a 33 indican L (n=64). La asociación entre neofobia y RP, muestra un valor de chi2 = 0,03, gl=1, ns, en cambio la asociación de este rasgo con la RC mostró un valor de chi2 = 4,31, gl=1, p=0,04. Así, una mayor proporción de participantes neofóbicos (casi 4 de 10) presenta la RC A, en cambio sólo 2 de cada 10 L presenta la RC A. Los IMC de L (21,8 + 0,6) y F (21,5 + 0,8) no muestran diferencias significativas (p > 0,05), así se ratifican las ventajas de realizar múltiples medidas antropométricas en vez de una única medida como el IMC y de determinar la composición de masa magra y tejido adiposo del organismo. Se concluye que es vital reforzar la educación nutricional a fin de revertir la distribución de participantes con reservas corporales anormales. Asimismo se comprobó que la resistencia a innovar en la elección de alimentos a consumir puede predecir anomalías en la RC. Es necesario aumentar el número de participantes para confirmar estos hallazgos exploratorios y es de destacar la necesidad de afrontar una “educación sensorial” desde la niñez para reforzar conductas de selección de alimentos variados que permitan mantener una composición corporal normal.