INVESTIGADORES
SANCHEZ Mariela Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
"Solo queda contar". Lugares de memoria, destierro y secuelas de la Guerra Civil y el franquismo en las novelas Estuvimos cantando, de M. García Campelo, Últimas miradas antes de partir, de M. Díaz Martínez, y Solo queda saltar, de M.R. Lojo
Autor/es:
SÁNCHEZ, MARIELA
Lugar:
La Plata
Reunión:
Congreso; X Congreso Internacional Orbis Tertius de Teoría y Crítica Literaria: Espacios y espacialidad; 2019
Institución organizadora:
Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria, IdIHCS (UNLP-CONICET), FaHCE, UNLP
Resumen:
La presente propuesta forma parte de un proyecto de investigación en curso, en materia de elaboraciones literarias autobiográficas de experiencias migratorias de mujeres españolas hacia Argentina. Aspira a ocuparse de una modalidad narrativa que aborda determinadas consecuencias de la Guerra Civil española y el franquismo en novelas publicadas en Argentina en el presente siglo, en un enclave que se concentra en las vivencias de niñas migrantes españolas y en propuestas narrativas con variadas estrategias de distanciamento. En los casos de las novelas de Díaz Martínez y García Campelo, asistimos al ejercicio, en clave autobiográfica, de una escritura catártica que narra el obligado desplazamiento de las niñas con foco en el derrotero de aprendizajes y fricciones que ello conllevó para las propias autoras; en el caso de María Rosa Lojo, se despliega una ficcionalización que dispone, en paralelo, dos espacios de escritura que demarcan un itinerario transatlántico de ida y vuelta. Como en una suerte de paliativo ante determinados silencios atinentes a un universo femenino complejo, atravesado por la memoria de episodios de pérdida, estigmatización, represión o peligro, estas novelas, lejos de abrevar en el lugar común de la maleta cargada de sueños, cándida y más que cuestionable metáfora recurrente en algunas historias de migración que devienen historias de superación, constituyen en cambio un espacio para la verbalización de aspectos menos pintorescos y, por momentos, oscuros o violentos, en la configuración de la memoria, donde encuentra su sitio lo incómodo y hasta lo aparentemente inenarrable.Una serie de espacios de verbalización (ámbitos físicos concretos, rincones propicios para la transmisión) y de puesta por escrito (cuadernos, cartas) son susceptibles de funcionar como catalizadores de este ejercicio de memoria, que puede ser considerado tanto a la luz de las escrituras del yo como de los estudios que se abocan a la expresión literaria del desarraigo.