Integración ontogénica en la bóveda craneana de la especie humana

ANZELMO M, BARBEITO - ANDRÉS J, VENTRICE F, PUCCIARELLI HM, SARDI ML

San José de Costa Rica

Congreso; XII Congreso Latinoamericano de Antropología Biológica; 2012

ALAB

En los mamíferos no humanos la bóveda presenta baja integración morfológica probablemente por sus diversas funciones: protección del encéfalo y soporte de musculatura. Durante la ontogenia temprana tiene huesos unilaminares que, mediante las meninges, se modifican por influencia del cerebro en crecimiento. En los humanos, hacia los 6 años, adquieren una configuración trilaminar, con las tablas interna y externa y el diploe entre ambas. La tabla externa se comporta en los mamíferos independientemente de la interna por influencia de músculos y aponeurosis que cambian cuando el cerebro dejó de crecer. Objetivo: comparar los patrones de integración en forma de la bóveda humana durante la ontogenia. Se espera que haya mayor integración en las etapas ontogénicas tempranas, cuando las variaciones de las superficies interna y externa responden a un mismo factor. Materiales y Métodos: se relevaron landmarks y semilandmarks sobre el plano mediosagital de 145 imágenes de tomografía computada de humanos modernos de 0 a 32 años. La muestra fue dividida en etapas ontogénicas. Se realizó Análisis Generalizado Procrustes y se obtuvieron las matrices de varianza-covarianza de las coordenadas de forma. Mediante correlación de matrices se evaluó si hay cambios en los patrones de covariación entre etapas ontogénicas sucesivas. Resultados: las matrices no difieren significativamente entre las etapas y sus correlaciones son muy altas (más de 0.7). Conclusión: la constancia en el patrón de integración puede relacionarse con el bajo espesor de los huesos en humanos y, cualquiera sea el factor que influye en la morfología, actuaría globalmente en ambas superficies.