INVESTIGADORES
FELIZ Mariano
libros
Título:
Argentina neodesarrollista. Debates sobre el modelo
Autor/es:
FÉLIZ, MARIANO
Editorial:
Editorial de la Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2014 p. 120
ISSN:
978-950-34-1180-3
Resumen:
Por muchos años, la enseñanza de la economía política en Argentina se ha reducido a la utilización de manuales importados, traducciones al español de los economistas académicos en los países centrales. Esos economistas y, por lo tanto, sus manuales son meras reproducciones del saber dominante en lo que se conoce simplemente como la economía. Esa definición que abjura del su compañera política, reduce a la economía política a una técnica, un instrumento para el análisis de ?la distribución de bienes escasos frente a necesidades ilimitadas?. En esa acepción, la economía política aparece como una caja de herramientas aplicable a la esfera de los mercados, pero a su vez fácilmente extensible a todas las esferas de la actividad social: reemplazando peras por políticos o trabajadores/as, pasamos sin solución de continuidad del mercado de las peras al mercado político o el del trabajo sin dificultades. Ella sirve a los organismos internacionales de crédito y los gobiernos para tomar la caja de herramientas de la economía y aplicar las mismas recetas y políticas a todos los países y regiones en todo momento histórico. Por supuesto, el fracaso sistemático de esa práctica para resolver los problemas económicos (o cualquier otro) de nuestros países a favor del conjunto de los pueblos es analizado como una mera distancia entre una teoría acertada y una realidad que no deja de comportarse indebidamente.Esta forma de entender y pensar lo económico ha sido largamente cuestionada. Es más, en sus comienzos la economía como disciplina se reconocía a sí misma como economía política, dando cuenta de la necesidad que la misma fuera pensada como una dimensión y análisis parcial en el marco más general de la reproducción ampliada de la sociedad. La economía es política en tanto por detrás de aquello evidentemente económico se encuentra siempre los distintos sectores, clases y fracciones en una disputa permanente por la dirección y sentido de la reproducción social. Es decir, lo económico no es más que una forma de manifestación de la lucha por determinar en qué tipo de sociedad vivimos y queremos vivir. La llamada economía nada tiene de objetivo y neutral, pues está siempre atravesada por los intereses, necesidades y proyectos de los distintos actores sociales. De esa forma, la economía política viene a desnudar la idea de economía como ciencia del capital. En sus versiones más conservadoras aparece como economía neoclásica o neoliberal pero también ?en formas más sutiles y por tanto engañosas? como keynesiana o desarrollista. En ambos casos, produce y propone saberes aptos para intentar garantizar la reproducción del orden social vigente, el orden capitalista, la apropiación privada en manos de unos pocos del producto del trabajo social.Pero aun la economía política en su acepción más clásica tiene, al menos, dos formas ?a nuestro entender adecuadas y complementarias? de ser abordada. Por un lado, nos podemos encontrar con el análisis profundo y sistemático de la dinámica efectiva de los procesos económicos, es decir, de los procesos de producción y reproducción material de la sociedad. Esta lectura es fundamental, pues permite comprender cabalmente la forma en la cual funciona efectivamente el patrón económico de reproducción social en el marco de las relaciones sociales que son dominantes: de las relaciones de producción capitalistas. Ese es el principal esfuerzo que fuera realizado ?entre otros? por Karl Marx. Este último desarrolló una forma de leer la economía política en tanto conjunto de determinaciones que conducen a la generación ampliada del valor, a la crisis periódica y la reproducción sistemática de sus bases fundantes (en particular, la relación capital, que es lo mismo que la relación capital- trabajo). Ese esfuerzo analítico da cuenta de la forma en la que los sectores dominantes en el capitalismo intentan imponer (y lo han hecho tendencialmente hasta la actualidad) sus necesidades e intereses (su deber ser) al conjunto de la sociedad. Más importante aun es el hecho que esa perspectiva analítica evidencia la fragilidad del sistema de reproducción social, sus tendencias a la crisis y su historicidad, es decir, de la posibilidad de ser desplazado y reemplazado por otro.Uno de los aportes fundamentales de esta mirada de la economía es develar sus secretos, descubrir los fundamentos reales de clase de su desenvolvimiento y quitarles el velo de objetividad: negar el carácter neutral que pretenden tener aquellas y demostrar que el movimiento de la sociedad capitalista está ligado sociedad indisolublemente a la lucha entre aquellas.Por otra parte, Marx mismo propuso la necesidad de desarrollar otra economía política, una economía política del trabajo (de los trabajadores y las trabajadoras). Esa economía política del pueblo trabajador debe analizar, comprender y fundamentar las formas de producción y reproducción social que son impulsadas, defendidas y realizadas por las personas a través de su auto- organización. Ella debe explicitar los principios que se encuentran por detrás de las prácticas de organización autónoma de la clase trabajadora en defensa de sus intereses en el marco de la lucha por los derechos en el empleo, las prácticas de producción autogestivas, las propuestas de protección de la naturaleza y la Pachamama, las experiencias de producción, distribución y consumo (más allá de los mercados capitalistas), en la producción en común y de los comunes (espacios no privados).Esas prácticas se apoyan en una serie de fundamentos que se oponen de manera irreconciliable con los de la economía política del capital: frente a la competencia sin límites propone la cooperación frente a la privatización de la vida plantea la alternativa de la construcción de los espacios comunes, la dictadura del capital presenta la autogestión democrática, la destrucción de la naturaleza para la expansión sin límites del valor busca integrar al ser humano como parte de la Madre Tierra. Esas perspectivas y fundamentos ilustran la posibilidad de construir otro mundo actualmente, y la economía política del trabajo puede aportar a esa construcción.Este libro se nutre de esas dos perspectivas de la economía política crítica. Desde allí, desarrollamos estudios diversos sobre la economía argentina; las políticas públicas y la estructura social; el proyecto de desarrollo en el país y la región; y la dinámica del capitalismo a escala global. En todos los casos, el objetivo de los textos es analítico y pedagógico a la vez. Pretenden aportar a la comprensión de los diversos problemas, presentando elementos de una propuesta superadora partiendo de la crítica de la economía dominante y desde una lectura que se nutra de la economía política del pueblo trabajador. Sin presentar análisis ni soluciones definitivas, los textos buscan abordar críticamente los problemas de nuestro tiempo.En todos los casos, los textos surgen de los debates colectivos que los autores individuales realizaron en el marco de experiencias de trabajo conjunta, proyectos de investigación, extensión y actividad docente, así como en espacios de producción colectiva de saberes con organizaciones populares que integramos y/o con las cuales articulamos en una práctica de reflexión y praxis crítica con un horizonte de cambio social radical.