¿Competitividad o desarrollo? De la crisis permanente a la economía política del trabajo

FÉLIZ, MARIANO

Bahía Blanca

Jornada; 2das. Jornadas de Economía Crítica; 2009

Universidad Nacional del Sur

El debate aparente sobre el modelo económico gira en torno a la necesidad de recuperar la llamada “competitividad” de la economía. Desde el punto de vista del capital esto supone devaluar la moneda, reducir las retenciones a las exportaciones, contener las presiones salariales, sostener el superávit fiscal y continuar con la política de subsidios a las grandes empresas. La búsqueda de competitividad como piedra de toque de las políticas económicas supone privilegiar –siempre- la ganancia empresaria y, sobre todo, los valores del capital: la competencia como medio de desarrollo, la producción por la producción misma, los costos (y beneficios) privados por sobre los intereses de la sociedad. La economía neoclásica es la herramienta estratégica que da fundamento “técnico” a ese programa, la economía política del capital. Desarrollarse sobre la base de privilegiar la competitividad internacional significa que “el país” busca ganar en el mercado mundial a costa de los trabajadores y trabajadoras de otros países. Si nosotros ganamos es porque otros pierden. Dentro de esas reglas de juego, nuestro trabajo se logra a costa del trabajo de otros. Así la forma de desarrollo capitalista supone que ganar es siempre “empobrecer al vecino”. En esta modalidad de desarrollo la incapacidad de competir implica la necesidad del “ajuste”. Todo esto so pena de mantenerse “ineficientes”, incapaces de honrar al “Dios mercado” (que es lo mismo que decir al “Dios capital”). Cuando eso ocurre la fuga de capitales, el desabastecimiento, la falta de crédito, despidos, suspensiones y lock-out se convierten en la respuesta del capital para recuperar ese espacio en el mercado mundial. Frente a este planteo queda pendiente el debate sobre qué entendemos por desarrollo y cuáles son las opciones estratégicas de nuestro país y nuestro pueblo en la actual coyuntura de crisis del capital. ¿Sólo nos queda ser competitivos para “desarrollarnos”? ¿No hay alternativas más que el “ajuste” para salir de la crisis? Por el contrario, a esta modalidad de desarrollo (“ganar siempre más competitividad”) –que expresa la economía política del capital- se opone otra estrategia, otra posibilidad: la economía política del trabajo. Esta economía política se basa en las experiencias de organización del pueblo trabajador y sus fundamentos. A la competencia que todo lo destruye, opone la cooperación. La organización jerárquica de la producción capitalista es cuestionada por las modalidades de autogestión obrera. Frente a la producción por la producción misma que privilegia sólo la ganancia privada, la economía política del trabajo presenta la necesidad de producir para la satisfacción de necesidades, privilegiando la protección del medio ambiente. Por fin, la expansión sin límites de los mercados capitalistas y la propiedad privada es cuestionada por una voluntad de ampliar el espacio común y la distribución de bienes y servicios sin la mediación del dinero y los precios. En síntesis, la economía política de los/as trabajadores/as enfrenta a los valores del capital, los sueños, deseos y necesidades vitales del pueblo. Privilegia así la solidaridad por sobre el egoismo, la unidad de los pueblos por sobre la concentración y centralización regional del capital, el tiempo vital por sobre el tiempo de trabajo abstracto, el movimiento de personas, culturas y experiencias frente al intercambio de dinero y mercancías. Esos valores, esa economía política es la que puede orientar otro modelo de desarrollo pos-capitalista que pueda ser construido (pre-figurado) a partir de hoy mismo. Este artículo abordará críticamente la economía política del capital como salida a la crisis y opción para el desarrollo, junto a una reflexión propositiva y crítica sobre los puntos fuertes de la economía política del trabajo con que trabajadoras y trabajadores de la Argentina dan respuesta concreta a los avatares de la reproducción de la vida. Lo primero se realizará sobtre la base la reflexión sobre las políticas públicas del gobierno actual para enfrentar la crisis. El abordaje sobre la economía política del trabajo partirá algunas experiencias concretas para esbozar los líneamientos de una política pública construida “desde abajo” que permita avanzar en el desarrollo de un cambio social radicalmente transformador. Este debate será enmarcado en la preocupación y reflexión sobre el problema del desarrollo en el capitalismo y su articulación con la crisis como modalidad específica y necesaria del mismo.