INVESTIGADORES
PRESTA Ana Maria
libros
Título:
Aportes multidisciplinarios al estudio de los colectivos etnicos surandino. Reflexiones sobre Qaraqara-Charka tres años despues
Autor/es:
ANA MARIA PRESTA
Editorial:
Instituto Francés de Estudios Andinos-Plural editores
Referencias:
Lugar: La Paz; Año: 2013 p. 437
ISSN:
978-99954-1-512-9
Resumen:
Al finalizar el IV Congreso de la Asociación de Estudios Bolivianos (AEB) en Junio de 2006, Tristan Platt, Thérèse Bouysse-Cassagne y Olivia Harris presentaron su monumental Qaraqara-Charka. Mallku, Inka y Rey en la Provincia de Charcas (siglo XV-XVII. El libro, dedicado a rescatar la Confederación Charka-Qaraqara, se centraba en cinco ejes de análisis: culto, encomienda, tasa, tierra y mallku, variables esenciales para la comprensión de los colectivos étnicos, sus jefaturas y complejas articulaciones políticas asociadas en federaciones y la confederación desde el tardío prehispánico hasta el siglo XVII. El eje culto permitió rescatar la waq?a de Porco como centro vertebrador del culto a las altas cumbres que compartían las nombradas ?siete naciones? en un ritual que convocaba a centenares de peregrinos. Luego, ese mismo centro, pero como polo minero colonial, concentró las primeras levas de mano de obra, tan necesarias a la extracción de la plata y cuya expansión y vigencia, a mediados del siglo XVI será suplida por el cerro de Potosí, desplazando las prestaciones indígenas y la expansión colonizadora hacia el nuevo centro del espacio peruano. Las obliteraciones de la organización política, étnica, laboral y social a partir de la conquista se registraron tras las varias instituciones castellanas que preanunciaban una nueva espacialidad o reconfiguración del espacio social a fin de disciplinar y gobernar la mano de obra y sus organizaciones políticas para, asimismo, implantar otras nociones y relaciones de propiedad. La encomienda fue, entre esas instituciones, la que separó tributarios, desgajó jefaturas y ayllus, parceló el sistema de autoridad y horadó las formas antiguas de tributación o prestaciones de energía humana. Precisamente, el establecimiento de nuevas matrices tributarias y la fijación de la tasa de los hatunrunas movilizaron a un conjunto de funcionarios que imponían y negociaban obligaciones a la vez que ritualizaban, ahora en términos andino-coloniales, las visitas de los colectivos recompuestos en repartimientos o encomiendas. El devenir colonial y la consolidación de un nuevo sistema económico se articularon en la figura del mallku, que concentró poder étnico, favores y reconocimiento dentro y fuera de su ámbito de influencia al participar en las cuestiones de gobierno y culto internos, los mercados, mientras negociaba la mano de obra y aprovechaba las oportunidades mercantiles sumadas a la búsqueda incesante de prestigio y repercusión social amparado en los discursos castellanos de probanzas, méritos y servicios. Así, familias cacicales, como la de Ayra de Ariutu, plasmaron en la letra de vastas memorias y probanzas una ancestralidad y un presente colonial que sorprende por su detallada factura y semblanza de la hidalguía castellana. Otras familias también utilizarían servicios y soportes semejantes para alcanzar legalidad y legitimidad. La territorialidad y la tierra fueron aspectos que desde el período incaico y la colonia temprana los indígenas no dejaron de ocupar, reclamar y legitimar. La ocupación salpicada, las colonias múltiples a distintos niveles de distancia de los grandes núcleos poblacionales hablan de la complejidad política y del sostenimiento de una segmentación a distintos niveles, tras los cuales se fundaban las múltiples obligaciones tributarias en época del Inka y de la temprana colonia y la autonomía económica y las alianzas interétnicas. Las transiciones hasta la propiedad privada de las tenencias y el reconocimiento colonial de las ocupaciones tuvieron múltiples aristas de negociación, resistencia e intercambio. El espectro que cubrió el libro Qaraqara-Charka dista de concentrar globalmente el Surandino o concluir en modelos de interpretación. La obra, que destaca por sobre todo la mitad Macha de la Federación Qaraqara, marcó un hito en el abordaje de un conjunto clave de temas, problemas y actores sociales, provocando la incentivación a continuar indagando en las jefaturas vecinas, las relaciones interétnicas, los vínculos entre vallunos y llameros, los territorios compartidos, los sistemas de autoridad, la vigencia de los linajes cacicales y la perduración de las pautas de relación, complementariedad e intercambio. De allí la necesidad del Taller ?Qaraqara-Charka? Reflexiones a tres años después que en estrecha colaboración con Tristan Platt, Thérèse Bouysse-Cassagne y Olivia Harris, hasta poco antes de su dolorosa desaparición, organicé entre el 29 y el 30 de Junio de 2009 en Sucre. Se presentaron en el evento catorce trabajos que, desde perspectivas multidisciplinares, comenzaron a ampliar y completar las preguntas que dejaba abierto el volumen de Platt, Bouysse-Cassagne y Harris. Una generación de arqueólogos e historiadores bolivianos junto a sus pares argentinos se abocaron a ofrecer aspectos de los patrones de asentamiento, desplazamientos, el gobierno a los diferentes niveles de segmentación, la variedad de los grupos étnicos cercanos a la Confederación Charka, como la periodización local y regional de los habitantes de la macro región y de los valles mesotérmicos aledaños, donde los confederados altiplánicos tuvieron asentamientos periféricos que sirvieron a sus propias necesidades de autarquía económica como también a los imperativos del poder incaico y su política de colonización de valles y punas. Los resultados del Taller merecen publicarse para ofrecer al público interesado en los Andes bolivianos nuevas herramientas metodológicas e interpretativas que avanzan en el conocimiento de las sociedades complejas del altiplano y sus franjas vallunas. La edición tendrá una introducción en que se presentan los ejes temáticos e interpretativos del encuentro asociados a los del libro Qaraqara-Charka, a cargo de quien suscribe y ordenados cronológica y espacialmente siguen los 13 ensayos de los especialistas a los que precederá una síntesis o presentación. Los autores del libro, Tristan Platt y Thérèse Bouysse-Cassagne están invitados a cerrar el libro con su evaluación individual de los trabajos y la exposición de las nuevas perspectivas que surgieron y encaminan el futuro de los estudios Surandinos.