INVESTIGADORES
PRESTA Ana Maria
congresos y reuniones científicas
Título:
Producción, distribución y consumo de bienes luego de la primera tasación oficial de 1549. Hacia una primera y nueva ruta del trajín colonial
Autor/es:
ANA MARIA PRESTA
Lugar:
Cochabamba
Reunión:
Taller; Arqueología y Etnohistoria en los Andes y Tierras Bajas: Dilemas y miradas complementarias (RE) Encuentro Internacional en Homenaje a Teresa Gisbert, Verónica Cereceda y Waldemar Espinoza Soriano; 2015
Resumen:
En los albores del Siglo XVI, las sociedades indígenas surandinas configuraban unidades políticas de considerable sofisticación habitando en la diversidad ecológica y la discontinuidad territorial, cuya autosuficiencia descansaba en los vínculos de parentesco y las alianzas interétnicas resultantes de la complementariedad ecosimbólica frente a la ausencia del mercado. La expansión incaica y la posterior invasión europea, que resultó en la formación y reproducción del largo sistema colonial, enfrentó prácticas, actores, representaciones y categorías construidas desde la cultura material, en tanto la conquista castellana generó la superposición de una cultura material sobre otra que, más allá de las imposiciones cuzqueñas, conservaba y garantizaba la reproducción socioeconómica de los ayllus. Situada en la región más dinámica del espacio peruano, el corazón de la Audiencia de Charcas, esta ponencia anida en la matriz del sistema y, específicamente, alude a la circulación de bienes y a los nuevos consumidores visualizados como productores, los indígenas, quienes insertos en la economía de mercado fabrican e incorporan objetos que construyen, crean y reproducen relaciones sociales. En el mundo urbano, los indígenas incrementan la ?necesidad? de bienes al avenir otras tecnologías, labores y necesidades de producción asociadas al mercado. El gusto, el vestido, los enseres y objetos cotidianos se transformaron, incorporaron, reutilizaron y adquirieron ?valor?, al llegar a las manos de nuevos consumidores. Los bienes de prestigio del reciente pasado imperial incaico alcanzaron precio de mercado y sostuvieron su apreciación simbólica, aunque difundidos y utilizados, consumidos y reciclados por otros usuarios, en tanto la colonización obliteró las viejas jerarquías y creó otras nuevas. Sin embargo, el mundo rural, aunque más resistente a las influencias foráneas y centrado en la producción agrícola y de bienes de consumo diario, experimentó drásticos cambios que respondieron a las necesidades de los colonizadores. En la década de 1550, las fuentes etnohistóricas muestran la enorme capacidad productiva de los ayllus andinos y también rutas y circuitos de distribución y circulación de bienes que exhiben ?otro trajín? que aquel generado a partir de un Potosí en pleno desarrollo y ebullición a partir de la etapa de la amalgamación en la década de 1570. Más allá de lo que la historiografía exhibe en cuanto a la amplificación del consumo indígena a partir de la ?etapa del azogue?, la ?etapa de la huayra? generó sus propias necesidades y circuitos de producción y distribución de bienes asociados a las capacidades reales y a la vitalidad creativa de los ayllus, en las que se manifestaron viejas alianzas, se reutilizaron las rutas incaicas y los desvíos locales o regionales ancestrales.