CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Los valles mesotérmicos de Chuquisaca albergaron a un mosaico más que heterogéneo de población indígena ubicada desde las vertientes del río Grande, las punas del occidente y las márgenes del Pilcomayo. Los originarios yampara convivieron con colonos étnicos y estatales que sugieren, sobre todo en la línea de la frontera oriental, la intervención de Tawantinsuyu. La salpicadura y densidad de los asentamientos podría plasmarse en una cartografía abarrotada de pobladores de origen diverso, que ocuparon espacios de diferente temple y a distintos niveles de segmentación política. Tal es el patrón que los valles chuquisaqueños ofrecen en el tardío prehispánico. Fue en los valles centrales donde, asimismo, un conjunto de tributarios procedentes de Jujuy y la Quebrada de Humahuaca se asociaron a los yampara, colonos incaicos, y migrantes interecológicos del Cuntisuyu y de las naciones aymara del Collasuyu en otra u otras formas de ocupación territorial, más ligadas a los imperativos e imposiciones de la temprana dominación colonial.

enviar mensaje