La segunda presidencia de Cristina Kirchner en sus inicios. Las elecciones de 2011 y la evolución del giro ?cristinista?

CHERESKY ISIDORO

Ciudad de México

Encuentro; Reunión del Grupo de Trabajo CLACSO; 2012

CLACSO

El ciclo de gobierno de los Kirchner ?primero Néstor, sucedido por Cristina? estuvo signado por transformaciones significativas de gran impacto social y político que suscitaron o incrementaron el apoyo popular a la vez que, sin que hubiese alternancia en el poder, esos gobiernos fueron cuestionados y tuvieron altibajos de popularidad perdiendo incluso elecciones nacionales. El recurso al decisionismo presidencial y la informalidad en el ejercicio del poder fuente en sí mismo de descontento y sustento de la duda sobre que se trate de reformas duraderas, nutrieron protestas y rechazo. En definitiva el cuestionamiento al modo de gobernar se refiere a cuanta compatibilidad hay entre efectivas políticas de crecimiento, distribución del ingreso y conformidad con ciertos principios de justicia, y  la improvisación en el ejercicio del poder que conlleva arbitrariedad, dificulta que el crecimiento sea sustentable y debilita la configuración de una comunidad política deliberativa y participativa. Los altos y bajos en el apoyo ciudadano y popular ?reflejados en el electorado fluctuante, en la protesta pública y en los índices de popularidad de los gobernantes? ilustraron en los años más recientes las tensiones en el vínculo representativo de un liderazgo presidencial que procuraba sostenerse en una relación directa con la ciudadanía, y un movimiento de partidarios heterogéneo, pero que expresó la intensidad política por excelencia, sobre todo juvenil y que ahora parece en declinación. Las elecciones presidenciales y generales de 2011, en las que Cristina Kirchner logró convalidar su segundo mandato, fueron significativas pues avalaron una radicalización política, ya en curso por ese entonces, que se acentuó valiéndose de la votación obtenida, y también porque puso a prueba las nuevas normativas electorales ordenadoras del sistema de partidos, cuyas finalidades no parecen haberse alcanzado.