Representación institucional y autorrepresentación ciudadana

CHERESKY ISIDORO

Capital Federal

Otro; Observatorio Político y Social: Demandas sociales, instituciones políticas y participación en el horizonte del Bicentenario; 2010

Equipo de investigación "Las Nuevas Formas Políticas"

En Argentina se ha afirmado la democracia electoral. Pero que las elecciones se lleven a cabo regularmente y que constituyan la única vía de acceso al poder es posible porque se han producido otros cambios significativos. No es que hayan desaparecido los poderes fácticos sustentados en la concentración de bienes, en el acceso privilegiado a la política y a los recursos de gobierno, en los intereses corporativos o en las creencias de diversa índole. La sociedad argentina es más compleja y tanto o más diferenciada y desigual que en el pasado en un sentido sociológico, pero la condición ciudadana se ha ampliado y se ha fortalecido puesto que sus pronunciamientos electorales son reconocidos como el sustento legítimo del poder, sin otras mediaciones que la forma organizada de expresión política que se dé. La ciudadanía de la suerte de “democracia continua” hacia la que ha evolucionado el régimen político es el complemento de la democracia electoral. Las encuestas de opinión, omnipresentes, ilustran una expresión general del pronunciamiento ciudadano en la que se miran gobernantes y representantes. Pero el espacio público y la comunicación política se han poblado con expresiones ciudadanas más permanentes y organizadas. La expansión de esa ciudadanía es un componente esencial de los poderes indirectos que pesan en la vida política en paralelo al sistema representativo. Su incidencia en la vida política alcanza un punto extremo cuando deriva en autorrepresentación, en movilización ciudadana con demandas específicas y más generalmente en veto a decisiones gubernamentales.