INVESTIGADORES
CHERESKY Isidoro
congresos y reuniones científicas
Título:
Ciudadanía y democracia continua
Autor/es:
CHERESKY ISIDORO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Seminario; Seminario “Démocratie, pluralisme et institution nationale: comparaison Argentine/Québec”; 2010
Institución organizadora:
Equipo “Las Nuevas Formas Políticas”
Resumen:
La ciudadanía sin aditamentos, el electorado, la opinión pública, los movimientos sociales o cívicos y también simplemente el pueblo en sus versiones clásicas de las organizaciones populares o sindicales, es decir una variedad de nombres que no son exactamente equivalentes pero que remiten a un principio común,  el de la fuente de legitimidad política en las sociedades democráticas,  son denominaciones que deberían ser reexaminadas en su novedad pues son prioritarias para la comprensión de la mutación en que se halla encaminado el régimen político. Esta centralidad de los individuos, de sus pronunciamientos y de su vida asociativa se deriva de dos circunstancias relativamente recientes y de transformaciones que están desenvolviéndose todavía ante nuestros ojos. La democracia ha adquirido una vigencia y un valor universal, y ello pese a los desafío de las tradiciones anti seculares que reniegan del principio según el cual el orden  político y social esta librado a la voluntad de los hombres o al menos de lo que los hombres puedan hacer según su libre arbitrio  de los legados de la historia y de la naturaleza. Ello quiere decir que se expande el principio que hace a los seres humanos iguales y participes. Al menos el requisito primero: elecciones libres y libertades civiles está en expansión. Por cierto, que el alcance de estas prácticas básicas no es el mismo en todas las latitudes y su vigencia es muy variable según la condición social. También hay aspectos del régimen político, realidades corporativas y vínculos de sometimiento que persisten  en el desafío a la expansión democráticas pero el cuestionamiento llega a todos ellos. Por cierto, la expansión de la democracia no ha deshabilitado los reclamos de un orden  socialmente mas justo y de grandes reformas pero, en lo esencial, estas aspiraciones se han canalizado en el marco de las sociedades democráticas y no de un providencial orden alternativo como era el caso hasta hace poco tiempo. La expansión del orden político democrático considerado como resultado de la actividad de los hombres librados a su propio juicio y sin ser agentes de un sentido trascendente conlleva en consecuencia la centralidad de la ciudadanía. Este término abrevia una gama de variaciones, pero pone el acento en lo que es cada vez mas frecuente : un espacio de individuos dotados de derechos o que los reclaman y que constituyen vínculos asociativos e identitarios cambiantes. La experiencia de su vida pública y sus opciones prevalecen por sobre lo que en ese ámbito han heredado. La desinstitucionalización o quizás los cambios institucionales a los que asistimos son el resultado de esa actividad ciudadana que es la fuente de sentido de la vida pública.