Argentina: recuperación sostenida con incertidumbre sobre el futuro institucional

CHERESKY ISIDORO

F. Calderón (compilador), Crisis y cambio en América Latina

PNUD

Lugar: Buenos Aires; Año: 2009; p. 15 - 47

Desde los inicios de la normalización institucional del país tras las elecciones presidenciales de 2003, y luego de la asunción de un presidente elegido por voto popular el 25 de mayo de ese año, la Argentina ingresó en un ciclo de recuperación política y socioeconómica. Esa recuperación ha sido más acelerada de lo que los analistas y actores políticos y sociales esperaban en su momento, e incluso ha desmentido los pronósticos pesimistas que se habían formulado durante la debacle de fines de 2001 y el período posterior. El país ha recuperado y superado los índices de producción que se habían registrado en el momento de inicio de la depresión económica, a mediados de 1998. Si bien los índices sociales han mejorado con más lentitud, el alivio es perceptible, y además el crecimiento sostenido de la economía a lo largo del tiempo permite presumir que ese progreso continuará en el futuro próximo. En este orden de cosas, la interpretación de muchos analistas es que la Argentina se encuentra en un proceso de reordenamiento de su economía, impulsado por su reinserción en el mundo, que puede arrancarla del estancamiento en el que estuvo sumergida durante décadas. Por cierto, se plantean interrogantes y expectativas acerca de las condiciones que posibilitarán que este crecimiento se traduzca en un desarrollo integral y sostenido, y sobre la necesidad de una política de largo plazo que oriente la intensa presencia del Estado, efectivizada con la nueva política en curso. La notable rehabilitación de la credibilidad política y de la eficacia del Estado experimentada en los últimos tres años ha posibilitado la mencionada recuperación económica. Sin embargo, es en torno a sus alcances futuros y a la consolidación institucional que se plantean dilemas y debates, dado que la orientación del desarrollo dependerá de la estabilización y el perfeccionamiento de la democracia y de la mejora en su calidad. El tema de este informe es el análisis de la evolución política, de las instituciones y del espacio público a partir, por una parte, del modo en que se superó la “debacle de 2001”2 y el formato político que lo posibilitó, y, por otra parte, de los dilemas actuales, en momentos en que ese formato de salida de la crisis parece agotado y se plantean distintos escenarios y alternativas de evolución.