IIP   29515
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES POLITICAS
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
"El populismo como democracia límite. Entrevista a Pierre Rosanvallon"
Autor/es:
ROSANVALLON, PIERRE; ANNUNZIATA, ROCÍO
Revista:
Andamios. Revista de Investigación social
Editorial:
Universidad Autónoma de la Ciudad de México
Referencias:
Lugar: Ciudad de México; Año: 2021 vol. 18 p. 257 - 279
ISSN:
1870-0063
Resumen:
El último libro de Pierre Rosanvallon, El Siglo del Populismo. Historia, teoría, crítica (Buenos Aires: Manantial, 2020) hace un aporte fundamental a las teorías contemporáneas de la democracia. Presenta al populismo como una de las formas de responder a las aporías constitutivas de la democracia, de resolver, mediante un conjunto de simplificaciones, la indeterminación y el desencanto propios de la experiencia democrática. A quienes consideran al populismo como lo opuesto de la democracia o su patología, en este libro Pierre Rosanvallon les advierte que eso es suponer que las democracias existentes son referencias perfectas del proyecto democrático. Si pensamos que hay democracias no populistas que funcionan muy bien y populismos que las amenazan no vamos a comprender realmente este fenómeno de nuestro tiempo. A quienes lo conciben, en cambio, como la lógica esencial de la democracia o de la política misma ?como Ernesto Laclau o Chantal Mouffe? el libro les advierte también que subestiman las simplificaciones que produce el populismo conduciendo a la democracia a uno de sus límites En efecto, el populismo es para el autor una figura de la democracia límite, es decir, una de las formas simplificadas de democracia que pueden degenerar en versiones que se vuelvan contra sí mismas: la democracia minimalista ?que reduce el rol del ciudadano al de elector y puede transformarse en una oligarquía electiva?; la democracia esencialista, de inspiración marxista, que tiende a eliminar la división social y degenera en totalitarismo; y la democracia polarizada, populista, que se apoya también en un conjunto de reducciones o simplificaciones (como la representación reducida a la identificación con el líder, la expresión de la soberanía del Pueblo reducida al uso del referendo, la diversidad social reducida una dicotomía fundamental entre ?nosotros? y ?ellos?, entre otras) y que puede degenerar en ?democradura? cuando organiza los medios de su irreversibilidad, esto es cuando modifica la instituciones para perpetuarse en el poder. Este es el aporte más significativo de libro: inscribir al populismo en una teoría de la democracia nos permite, por supuesto, comprender el carácter democrático del populismo, pero, sobre todo, nos muestra cómo una teoría contemporánea de la democracia no puede estar completa si no le otorga un lugar al populismo.Del mismo modo que ocurre con el problema de las desigualdades, muy bien detallado por el autor en otra de sus obras recientes, La Sociedad de Iguales, ya no se trata de un fenómeno restringido a algunas sociedades sino que estamos frente a una mundialización del populismo. Pierre Rosanvallon ha propuesto en sus trabajos recientes una teoría de la complicación de las democracias, que en lugar de reducir sus dimensiones las expande y multiplica: la democracia electoral-representativa se completa con las formas contra-democráticas de expresión de la soberanía popular, con las formas no electorales de construcción de la generalidad social y la legitimidad, con los principios de una forma democrática de gobernar, y con la diversidad de modos de construcción de una sociedad de iguales. Con este nuevo libro Pierre Rosanvallon construye la teoría de las simplificaciones de la democracia, e ilumina las simplificaciones actuales distinguiéndolas de las de otros momentos de la historia de las democracias. Si leemos en conjunto la reciente tetralogía del autor y esta nueva obra, entenderemos que las democracias se pueden complicar y simplificar al mismo tiempo, que complejizaciones y reducciones conviven en nuestra época y que nos estaba faltando este segundo aspecto para poder contar con una visión cabal del presente de las democracias.Entre las muchas contribuciones que ofrece este nuevo libro de Rosanvallon para pensar el populismo y la democracia, podrían señalarse otras dos. En primer lugar, esta teoría del populismo nos da pistas para aprehender mejor la distinción entre populismo y totalitarismo.El populismo no es simplemente la búsqueda de un Pueblo-Uno y no anula la división social, no es un semi-totalitarismo o un totalitarismo a medio camino, sino que se presenta como una política de la parcialidad, de una parte de la sociedad que se considera más legítima pero que sigue necesitando y manteniendo la existencia de la otra. Por eso el concepto clave para comprender la figura de la democracia límite a la que tiende el populismo es el de polarización o democracia polarizada. Por otra parte, el libro presenta una reflexión muy aguda sobre el rol que les dan los populismos a los ciudadanos y las ciudadanas. Y esto es importante porque, de lo que se trata para Rosanvallon, es de hacer una crítica democrática del populismo, que reconozca a la vez los problemas de las democracias minimalistas. El populismo parece promover la movilización de los ciudadanos y su contacto directo con el líder, parte de comprender sus sentimientos de abandono y de rechazo a una clase política centrada en sí misma, pero, en definitiva, los pone en una posición de adhesión a una oferta ya constituida, o los empuja a una expresión de su voluntad que se reduce a lo electoral, como es el caso con el referendo, donde el poder de todos ?principio de la democracia? se traduce en un mero número. Frente a esto, Rosanvallon propone alentar una democracia de interacción y no de adhesión y recuperar instrumentos democráticos como el sorteo para conformar foros, convenciones, asambleas de ciudadanos, capaces de traducir también el poder de todos como el poder de cualquiera.