INVESTIGADORES
RODRIGUEZ Pablo Esteban
congresos y reuniones científicas
Título:
El porvenir de una ilusión. Comunicación, cultura y sociedad en las nuevas tecnologías
Autor/es:
PABLO ESTEBAN RODRÍGUEZ
Lugar:
Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata
Reunión:
Congreso; Tercer Congreso de RedCom (Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo); 2001
Institución organizadora:
Tercer Congreso de RedCom (Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo)
Resumen:
Se suele hablar del “impacto” de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (NTIC) en la cultura. Ahora bien, esta metáfora encubre un hecho trivial pero inadvertido: la tecnología sería algo así como un ente fuera de la cultura, más bien un proyectil, que llega por obra y gracia de alguien (la naturaleza, Dios, el cosmos) y choca sobre un conjunto compacto y homogéneo llamado “cultura” para provocar cambios irreversibles en él. Se trata nada más y nada menos que de una metáfora: nada más, porque es un término que está en lugar de otro; nada menos, porque lo que representa es una forma de pensar las relaciones posibles entre tecnología y cultura, sin que siquiera quede claro qué se entiende por ambos términos.       También es común escuchar que el resultado de dicho impacto es lo que se ha dado en llamar “la cibercultura”. El uso de este término contiene tanto un elemento de propaganda, casi vacío de sentido, como un modo concreto y meditado de figurarse la profundidad de los cambios que el desarrollo de las NTIC genera en el campo cultural. En un extremo se observa la extensión indiscriminada del prefijo “ciber”. En el otro, un reconocimiento de que la cibernética, movimiento científico-teórico nacido en los años 40 en Estados Unidos, está en la base de las transformaciones técnicas ocurridas en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y, en realidad, la cibernética, aún cuando no sea una teoría homogénea, monolítica, sino un haz de nuevos problemas ontológicos y técnicos, también está en el centro de las consideraciones sobre los cambios culturales que esas transformaciones técnicas implican.       De este modo, el término “cibercultura” puede dar en la tecla si la cuestión es ponerle un nombre a la relación en proceso de configuración entre las NTIC y la cultura. Debajo de este nombre deberían figurar unas definiciones mínimas sobre cultura, nuevas tecnologías y cibernética y, sobre todo, un desarrollo histórico del concepto de “cibercultura” y de todas aquellas nociones que, con otro nombre, son o fueron cercanas a la definición actual de “cibercultura”. No se trata de un mero ejercicio de búsqueda de datos, antecedentes y procesos. Hurgar en el pasado reciente permite, más bien, evitar las trampas de identificar problemas novedosos que en verdad no lo son y a los que incluso ya se les ha encontrado soluciones mientras actualmente se las está buscando. El desarrollo de las NTIC desató esperanzas y frustraciones que se repetirán cíclicamente en la medida en que quienes piensan en este proceso desconozcan el avatar anterior.