Publicidad: notas sobre el discurso hegemónico de nuestros días

SAL PAZ, JULIO CÉSAR

Texto sobre textos. La construcción del discurso

Departamento de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras, UNT

Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2002; p. 148 - 158

La publicidad es una forma de crear estímulos compulsivos para inducir a comprar. Hablar de ella implica remontarnos a los años 60, cuando se incrementó más científicamente el aparato publicitario, hasta desarrollarse en forma espectacular. La radio, la televisión, los periódicos, las revistas y los carteles en los muros de la ciudad invitaban a comprar toda clase de objetos. En este marco, surge un nuevo tipo de sociedad, mucho más flexible, basada en la información y en la estimulación de las necesidades, en el sexo, en el culto a lo natural, a la liberación personal, a la exaltación del cuerpo y al sentido del humor. Una cultura donde priman los valores hedonistas, el respeto por las diferencias, el relajamiento, el psicologismo y la expresión libre. Se experimenta constantemente un desencanto y una monotonía de lo nuevo. La sociedad de consumo abandona los grandes ejes modernos: la revolución, las disciplinas, el puritanismo, las vanguardias. Hoy, el optimismo tecnológico y científico se ve acompañado de grandes preocupaciones por el sobre armamento de los países desarrollados, por la degradación del medio ambiente, por el abandono acrecentado de los individuos. Ya ninguna ideología política es capaz de entusiasmar a las masas. La sociedad de consumo no tiene ídolos ni tabúes. Es una sociedad que funciona por la seducción. Los individuos compran, sin dudar, objetos, modas y fórmulas de ocio. El individuo se ve absorbido en una carrera permanente por el nivel de vida, por el ascenso social; la sociedad en la que está inserto lo acosa de información, de cultura, de imágenes. El propósito de este trabajo es desentrañar el universo que se esconde tras la publicidad, fenómeno de difusión masiva que está estrechamente vinculado a una sociedad, a la que ya muchos denominan posmoderna, que se caracteriza por consumir cada día no sólo productos, sino también informaciones, deportes y viajes, música y cuidados médicos.