La revolución de Geschwind en afasiología y sus implicaciones para la evolución del lenguaje

BARBERIS, SERGIO DANIEL

Simposio; SIMPOSIO IBEROAMERICANO DE FILOSOFÍA DE LA LINGÜÍSTICA Y BIOLINGÜÍSTICA: ?DARWIN A 150 AÑOS DE LA PUBLICACIÓN DE THE DESCENT OF MAN AND SELECTION IN RELATION TO SEX?; 2021

A comienzos de la década de 1960, junto con Harold Goodglass, Edith Kaplan y otros, Norman Geschwind estableció el Centro de Investigación de Afasia en el Boston Veteran Administration Hospital, que eventualmente se convirtió en el epicentro de la revolución de la neurología de la conducta en la década de 1970. Una generación de neurólogos/as de la conducta pasó por el centro de investigación de Geschwind, incluidos Frank Benson, Marsel Mesulam y Antonio Damasio. Prácticamente todos los neurólogos de la conducta pueden rastrear su origen intelectual directa o indirectamente hasta Geschwind. En este trabajo, retomando la clasificación de desarrollos teóricos en las ciencias empíricas de Ulises C. Moulines, sostengo que la publicación del estudio en dos partes de Geschwind (1965) “Disconnexion syndromes in animals and man” constituye una suplantación con inconmensurabilidad (parcial) de la afasiología clásica. Para Wernicke, los síndromes de desconexión implicaban una lesión de la sustancia blanca; pero para Geschwind, las lesiones puras en la corteza de asociación o en los tractos de sustancia blanca debían considerarse “lesiones de desconexión” en la medida en que desconectan áreas sensitivas o motoras primarias de otras regiones de la corteza, ya sean ipsilaterales o contralaterales. Esta nueva caracterización de las lesiones por desconexión implica una forma de inconmensurabilidad semántica parcial. Sin embargo, con esta innovación conceptual Geschwind pudo desarrollar una descripción conexionista unificada de un catálogo impresionante de trastornos o síndromes de funciones superiores. De manera relevante, para Geschwind, la evolución de las áreas de asociación subyace a la evolución de funciones superiores como el lenguaje. En los seres humanos, la aparición de un área de asociación de orden superior en el lóbulo parietal inferior (circunvoluciones angulares y supramarginales) permitió asociaciones visuales, auditivas y somatosensoriales libres de asociaciones sensitivo-límbicas —desconexión que constituye, según Geschwind, un prerrequisito para la evolución del lenguaje.