INVESTIGADORES
TELESCA Ignacio
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTADO Y PUEBLOS DE INDIOS EN EL PARAGUAY DEL SIGLO XIX
Autor/es:
IGNACIO TELESCA
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Jornada; VII Jornadas del Silgo XIX; 2018
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Mar del Plata, Facultad de Humanidades, Centro de Estudios Históricos
Resumen:
Tras la muerte del Dr. Francia, quien había gobernado el Paraguay desde su independencia hasta 1840, se inicia un proceso de complejización de la estructura estatal (burocracia, justicia, educación e iglesia) pero no ha de ser hasta que la Confederación Argentina reconozca la independencia del Paraguay en 1852, con la consiguiente libre navegación de los ríos, que se inicie un crecimiento económico controlado desde el Estado. Éste era dueño de los yerbales y de los bosques por lo cual su explotación sólo podía realizarse bajo consignación del Estado, quién compraba la madera y la yerba para luego exportar (Williams, 1979; Pastore, 1994; Areces, 2014). Las ganancias de estas actividades económicas, al margen de beneficiar a una cierta elite ligada a la familia presidencial, se fueron invirtiendo en organizar emprendimientos como la construcción de un astillero, un arsenal, una fundición de hierro, el telégrafo y el ferrocarril. Para tales trabajos se contrató personal extranjero para los rangos directivos -ingleses casi exclusivamente- y para la mano de obra se utilizó el viejo sistema colonial conformado por presos-soldados-esclavizados-mandamientos (Rivarola, 1994).La comprensión del Paraguay previo a la Guerra de la Triple Alianza (Argentina-Brasil-Uruguay contra Paraguay, 1864-1870) fue tema de disputa entre los intelectuales paraguayos posbélicos. Blas Garay en 1897 había definido al gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) como la ?edad de oro? de la historia del Paraguay: potencia económica y militar. Estas ideas fueron retomadas por Juan E. Oleary en el primer gran debate historiográfico entre éste y Cecilio Báez (Brezzo, 2008). La postura de O?Leary de acuerdo a Brezzo resultó la oikl,vencedera en el debate y de hecho se convirtió en hegemónica de la mano de los gobiernos autoritarios de Higinio Morínigo (1940-1948) y Alfredo Stroessner (1954-1989). A tal punto fue así que Stroessner declaró a O?Leary historiador oficial y el 1 de marzo de 1955 inauguró un busto de O?Leary en la plaza céntrica que ?hasta hoy- lleva su nombre (Capdevila, 2010).Una de las obras clásicas sobre el período en cuestión lleva como título ?Carlos Antonio López obrero máximo: labor administrativa y constructiva? (Pérez Acosta, 1948) con la intención de caracterizar a este gobierno como el origen del Estado moderno en Paraguay, o al menos una ?primera modernización?.Si bien en los últimos años la bibliografía (fuera y dentro del Paraguay) se ha venido renovando, hay significativos ítems que aún restan ser investigados de este período, entre ellos una historia económica y una comprensión del Estado lopista.Se asume tradicionalmente que el Dr. Francia fue una pieza clave para la instauración del Estado y que López luego lo modernizó. Sin embargo, es un tema en disputa, comenzando por discutir qué clase de Estado se estableció y por ende, en qué consistió tal modernización. La intención del presente texto no tiene aspiraciones mayores que plantear un caso de estudio que abra el debate en diversas direcciones. En 1848 Carlos Antonio López suprime los ?Pueblos de Indios? (cuya existencia se remonta al siglo XVI) y ciudadaniza a los indígenas, es decir, a partir de dicha fecha no habría más indígenas en el Paraguay. Dos análisis se abren de este decreto de supresión: por un lado, desde el Estado, qué significa como tal; y por otro desde los mismos indígenas, cómo vivieron la supresión.Quisiera dividir esta exposición en tres momentos, uno compartir brevemente el debate historiográfico que generó este Decreto de Supresión de ?Pueblos de Indios?; luego, intentar ver las razones que llevaron a Carlos Antonio López a tomar dicha decisión y finalmente concluir con el tema de la reacción indígena ante el mismo.