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La abeja melífera (Apis mellifera) comparte una relación histórica con los seres humanos y están entre los principales insectos que benefician la economía agrícola mundial debido a sus servicios de polinización.Entre los patógenos que afectan la sanidad de las abejas, el virus de las alas deformadas (DWV) es unos de los más importantes debido a su alta prevalencia mundial y por estar asociado, junto con el ectoparásito Varroa destructor, al colapso de la colmena.El DWV pertenece a la familia Iflaviridae y existe como un grupo de virus altamente relacionados, a menudo considerados como variantes de la misma especie. Se los clasifica en subtipos A y B. El DWV subtipo A incluye a DWV full y el virus Kakugo, mientras que el DWV subtipo B incluye al virus de Varroa destructor 1 (VDV-1). Los virus DWVfull y VDV-1 tienen la capacidad de replicar en la abeja y en el ácaro. Dentro del grupo DWV, pueden ocurrir recombinaciones entre virus del subtipo A y del subtipo B, dando origen a variantes nuevas denominadas subtipo C. Argentina se encuentra dentro de los principales países que exportan miel a granel, siendo Buenos Aires y Entre Ríos las provincias que albergan el mayor numero de apiarios destinados a la producción de miel. Resultados previos de nuestro laboratorio han demostrado la presencia DWV en apiarios de Buenos Aires con una prevalencia del 73%. El objetivo de este trabajo fue determinar la presencia de los subtipos del DWV circulantes en apiarios ubicados en Entre Ríos. Para ello, durante los meses de Septiembre 2018-Abril 2019 se realizó un muestreo que incluyó 153 colmenas pertenecientes a 27 apiarios. De cada colmena se procesó un pool de 30-50 abejas nodrizas de cuadros de cría, 38 pooles de cría parasitada (5-15 individuos por pool), 30 pooles de cría no parasitada (5-15 individuos por pool) y 35 pooles de varroas de las crías parasitadas (10-30 individuos por pool).Se realizó una RT-PCR de punto final utilizando primers específicos que reconocen una zona altamente conservada y permite identificar los virus del grupo DWV (Pan-DWV). De esta manera nos aseguramos que sea posible la identificación de cualquier variante DWV presente en las colmenas analizadas.Se recolectaron muestras al inicio de temporada (septiembre 2018) y fin de temporada (abril 2019) ya que existe un cambio en la curva poblacional dentro de la colmena durante este periodo, cae paulatinamente al finalizar la temporada lo que habitualmente se conoce como recambio de abejas de otoño. De esta manera se puede evaluar la presencia de virus que existe al momento previo de la invernada de la colmena y al inicio de su actividad. Del total de las muestras procesadas en Septiembre 2018 el 52% (34/65) fueron positivas para DWV. El muestreo realizado en abril de 2019 mostró un71.5% (63/88) de colmenas positivas para DWV. Siendo el 85% (23/27) de los apiarios analizados detectados positivos para el DWV, superando siempre el 33.33% de colmenas positivas por apiario.Además, se evaluó la presencia de DWV en las crías (larvas y pupas) y en varroas presentes en celdas junto a las respectivas crías. Fue posible detectar DWV en el 92% (35/38) de las muestras parasitadas y en el 97% (29/30) de las muestras de crías no parasitadas. Todos los pooles de varroa analizados fueron positivos para el DWV. Cada colmena fue analizada para la presencia de varroa forética, obteniendo un nivel de infestación máximo del 3%. Se determinó también la presencia de Nosema (mediante el conteo de esporos) la cual fue considerada inferior al valor requerido para tratar la colmena contra dicho patógeno (menos de 500.000 esporos.)Nuestros resultados constituyen el primer reporte de la circulación del virus de alas deformadas en la provincia de Entre Ríos, tanto en abejas adultas y sus crías como en el ectoparásito Varroa destructor. Futuros estudios intentarán describir la presencia de recombinantes en los apiarios en estudio y el impacto que la infección por DWV ocasiona en las colmenas.