INVESTIGADORES
LANDINI Fernando Pablo
congresos y reuniones científicas
Título:
Características y desafíos de una psicología de y para el desarrollo rural.
Autor/es:
LANDINI, F.
Lugar:
Posadas
Reunión:
Congreso; 1er Congreso Latinoamericano de Psicología Rural; 2013
Institución organizadora:
Universidad de la Cuenca del Plata
Resumen:
La psicología comunitaria en particular y, a la vez, la psicología en general, poseen interesantes e importantes potencialidades para contribuir a los procesos de desarrollo local/rural y al trabajo de extensión rural que llevan adelante múltiples instituciones (Barilari, Landini, Logiovine y Rotman, 2011; Landini, 2007). No obstante, esta potencialidad parece hacer sido poco explorada, lo que se hace evidente al observar que, al menos en la Argentina, son muy pocos los psicólogos y psicólogas que trabajan en tales espacios. Ahora bien, teniendo en cuenta que a la fecha no existe un ámbito consolidado de la psicología que se ocupe de los procesos de desarrollo rural, área que podríamos denominar Psicología del Desarrollo Rural, en este trabajo me propongo abordar dos temáticas de gran interés para la psicología rural: qué características debería tener una psicología comprometida con el desarrollo rural y cuáles serían sus principales desafíos. Respecto de las características que debe tener una Psicología del Desarrollo Rural con potencialidad para contribuir de manera eficaz al desarrollo de los sectores rurales más desfavorecidos, considero que, en primer lugar, debe alcanzar un equilibrio entre la complejidad de la realidad y de los procesos de desarrollo que la llevan hacia un abordaje interdisciplinario, y la adopción de una mirada focalizada en la dimensión psicosocial de los procesos de desarrollo. Esto implica tener capacidad para pensar la complejidad pero, a la vez, mantener el foco en lo propiamente psicológico. Relacionado con la anterior, también se argumenta que es necesario que la Psicología del Desarrollo Rural tome en cuenta seriamente la multideterminación de la realidad, evitando cualquier abordaje ideológico que niegue determinantes sociales, históricos o económicos (Martín-Baró, 1986), lo que implica, en cierto punto, evitar un abordaje epistemológico de tipo positivista, prefiriéndose uno histórico-crítico, más apto para lidiar con la complejidad y la multideterminación. En cualquier caso, si bien las preferencias conceptuales del autor han sido indicadas, también se sostiene que el campo de la Psicología del Desarrollo Rural debe ser plural. Es decir, debe admitir y reconocer la legitimidad de postulados y propuestas diferentes, tanto a nivel teórico como aplicado. Ahora bien, en línea con los postulados de la psicología comunitaria (Montero, 2004), también se sostiene que la Psicología del Desarrollo Rural no sólo debe orientarse al estudio de procesos de desarrollo rural sino que ella misma debe convertirse en un instrumento de desarrollo. Es decir, debe abordar las problemáticas de investigación de tal forma de generar resultados que puedan contribuir a generar o impulsar verdaderos procesos de desarrollo. Igualmente, también se argumenta que la Psicología del Desarrollo Rural no debe posicionarse desde una perspectiva neutral en términos ideológicos (Ibáñez, 2002), sino que debe adoptar (y explicitar) una posición comprometida con los sectores rurales más desfavorecidos: campesinos, pobladores sin tierra, indígenas y mujeres. Por último, ante la posibilidad de pensar a la Psicología del Desarrollo Rural como una propuesta tecnocrática orientada a dar instrumentos a los planificadores del desarrollo para dirigir procesos de transformación considerados 'desarrollo' desde un punto de vista externo a las comunidades, se reconoce la necesidad de adoptar un posicionamiento crítico frente a nociones clave como son el concepto mismo de 'desarrollo' y la concepción que se adopte de 'extensión rural', evitando caer en enfoques tradicionales que equiparan la idea de extensión con la de simple transferencia de tecnología, y no como 'comunicación', como proponía Freire (1973). De lo argumentado, a juicio de quien escribe, se siguen tres grandes desafíos para la Psicología del Desarrollo Rural: Desarrollar un marco conceptual y unos lineamientos de trabajo que se apoyen en la psicología pero que a la vez se articulen con el resto de las ciencias sociales, siempre manteniendo su identidad psicosocial. Articularse de manera real con instituciones y con organizaciones sociales vinculadas con la agricultura familiar y el desarrollo rural, haciendo visible la potencialidad y pertinencia de la psicología para contribuir en el ámbito del desarrollo rural. Probar, de manera concreta y práctica (es decir, asumiendo el riesgo de cometer errores y generar propuestas que no resulten útiles), que la psicología puede verdaderamente aportar a los procesos de desarrollo rural