CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Las precipitaciones, su poder erosivo y el escurrimiento interactúan y aceleran la salida de agua y sedimentos de las cuencas. Este trabajo analiza el efecto del poder erosivo de las lluvias en el escurrimiento en una cuenca pequeña, bajo uso agrícola. Se estudiaron 56 eventos lluvia-escorrentía. Se calcularon la erosividad de las precipitaciones (EI30), el escurrimiento total (Esc), el caudal base (Qb), como indicador de la humedad antecedente, y la intensidad de la crecida (IC), que considera la pendiente de ascenso del hidrograma. Cada evento se asoció a períodos correspondientes a cobertura por cultivos: baja cobertura (BC), y media a alta cobertura (MAC). Las relaciones Esc-EI30 y IC-EI30 se analizaron mediante regresiones lineales simples, con el conjunto de datos de Qb menor que la mediana (0,05 m3 s-1, n=28), de modo de comprender esas relaciones excluyendo los efectos de la humedad antecedente alta en la escorrentía. Ambas regresiones fueron significativas, pero la regresión IC-EI30 presentó un coeficiente de determinación mejor (R2=0,54) que aquella entre Esc y EI30 (R2=0,31). El efecto de la erosividad sería clave en la fase inicial de ascenso de la crecida, mediante la ruptura de los agregados y el estallido por humectación rápida bajo suelo seco, lo que provoca el sellado que impide la infiltración. La pendiente de la relación IC-EI30 para el período BC fue 7,8 * 10-5, y la ajustada para el período MAC, 2,1 * 10-5, y esto sugiere el efecto protector de la cobertura en el proceso lluvia-escurrimiento. Observaciones a campo indican que eventos de alta EI30 con BC generan salpicadura, erosión laminar y en surcos, y con MAC sólo signos débiles de erosión. La EI30 incide al inicio del escurrimiento, con suelo seco. La cobertura vegetal atenúa el poder erosivo de las precipitaciones y del flujo, a escala de pequeña cuenca.