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Es tradicional en la bibliografía tratar al complemento agente como un adjunto (Legate 2014, Bruening 2012, entre otros). Uno de los argumentos en favor de esta postura es la imposibilidad de extracción desde islas débiles.La generalización de que no es posible mover adjuntos desde estos dominios se basa en casos como el de las islas de factivo (i.e., complementos presupuestos como verdaderos por los predicados que los introducen). Así, mientras que es posible extraer el adjunto del complemento de un verbo como creer (¿Cómo creés que bailó?), la extracción de un adjunto en el caso de un verbo factivo da lugar a agramaticalidad (*¿Cómo lamentás que haya bailado?). Respecto de los argumentos, se asume que sí pueden ser extraídos de este tipo de estructuras (e.g. ¿Quién lamentás que haya sido invitado a la fiesta?) El hecho de que el complemento agente se comporte en estos contextos como los adjuntos (cfr. ¿Por quién creés que fue ganada la carerra vs. *¿por quién lamentás que haya sido ganada la carrera?), apoyaría su carácter de adjunto.Sin embargo, en este trabajo, mostramos que la posibilidad de extracción desde una isla de factivo no se relaciona con el carácter de adjunto o de argumento en la sintaxis, sino con factores semánticos. En este sentido, siguiendo a Szabolcsi & Zwarts (1993) y a Abrusán (2014), sostenemos que los contrastes en la extracción del complemento agente se deben a la interacción entre la presuposición del predicado factivo y el dominio sobre el cual toma alcance la palabra-qu (e.g. individuos, modos, cantidades, etc.) o el carácter iterativo del evento de la cláusula subordinada. En consecuencia, concluimos que la imposibilidad de extraer el complemento agente desde islas débiles no constituye un argumento válido para defender su carácter no argumental.