LICH   26816
LABORATORIO DE INVESTIGACION EN CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Antiguos y modernos en la construcción de una nueva imagen del mundo. El auge del género cosmográfico en el siglo XVI.
Autor/es:
MARTINEZ, CAROLINA
Revista:
Eadem Utraque Europa
Editorial:
Escuela de Humanidades UNSAM - Miño y Dávila
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2019 p. 63 - 93
ISSN:
1885-7221
Resumen:
La geografía del siglo XVI se enfrentó al problema de la medición y representación de una Tierra ampliada a raíz de los primeros grandes viajes de descubrimiento. Pero además, a causa del constante incremento de nuevas informaciones sobre las tierras recientemente halladas, también se vio en la obligación de conciliar una mirada ordenadora del mundo con las necesarias modificaciones que la diversidad y la novedad (resultantes de la expansión) produjeron en la imagen del mundo. Más que cualquier otra disciplina, la cosmografía en el Renacimiento requirió de las herramientas proporcionadas por el saber antiguo (tales como la grilla ptolemaica) para, paradójicamente, renovar la forma en la que el mundo había sido hasta entonces representado. En este sentido, la incorporación de lo nuevo sólo pudo realizarse en la medida en que existió un andamiaje teórico previo que, resignificado en los siglos XV y XVI, permitió la incorporación de noticias de ultramar y su transformación en nuevos saberes (Grafton, 1992). A la vez, en la construcción de una nueva imagen del Orbis Terrarum, los relatos, imágenes cartográficas y compilaciones de viaje ocuparon un lugar tan preponderante como los textos heredados del saber clásico que circularon a la par. La amalgama estratégica de unas y otras informaciones cupo, a inicios del siglo XVI, a los cartógrafos y humanistas venecianos que, a pesar de no haber participado directamente de las experiencias marítimas lideradas por España y Portugal, fueron hábiles en organizar, difundir y comercializar las primeras imágenes y descripciones del Nuevo Mundo. Fue la renovación del género cosmográfico, sin embargo, la que permitió construir un relato (histórico, político y geográfico) del mundo tal como se presentó a los europeos en el contexto de una ecúmene ampliada por los horizontes de la expansión. Desde la publicación de la Cosmografía Universal (1544) de Sebastián Münster, considerada la obra más popular del género en la modernidad, hasta su ?crisis? a fines del siglo XVI (Lestringant, 1991), el discurso cosmográfico resultó un recurso eficaz para conjugar en un mismo espacio textual las tensiones producidas por la confluencia, más o menos contradictoria, de la experiencia práctica y el conocimiento libresco. En efecto, la lectura atenta de las cosmografías de Münster, Guillaume Le Testu (1556), André Thevet (1575) o François de Belleforest (1575), entre otras, evidencia las operaciones intelectuales que posibilitaron la convivencia de ambos campos del saber. En función de estas coordenadas, a partir de una selección de cosmografías publicadas entre 1544 y 1575, el presente artículo propone examinar las modulaciones de un discurso histórico y geográfico del Orbe Terrestre impactado por los viajes de exploración y el redescubrimiento de los Antiguos. Para ello, se sostiene que, al tiempo que el género dio forma y participó del proceso de renovación de la imago mundi, legitimó novedosos criterios de verdad.