Buen Vivir como proyecto político estala de organización socioambiental

AGOGLIA, OFELIA; RODRIGUEZ CATALINA; ROMERO VANINA

BUENOS AIRES

Jornada; V Jornadas Internacionales de Estudios de América Latina y el Caribe; 2021

CLACSO

En un contexto global de crisis socio-ambiental se plantea la necesidad de analizar diferentes propuestas de racionalidad ambiental, estructuradas sobre el potencial productivo de los ecosistemas y la apropiación cultural de la naturaleza. Esto se vislumbra como un elemento fundamental a la hora de reconstruir los procesos socioeconómicos dentro de una nueva organización social, fundado en las autonomías culturales, la democracia y la productividad, reconectando el orden simbólico y cultural con el orden de lo real (Leff, 2004). Atento a lo cual, al momento de tomar decisiones de carácter público, se debe considerar que la cuestión ambiental remite a una problemática de índole social y como tal, implica un posicionamiento ideológico respecto de opciones que responden a distintos intereses y modelos de sociedad (Caride y Meira, 2001).En ese sentido, se considera al Buen Vivir como el marco de referencia que permite analizar la actual crisis socio-ambiental, desde sus dimensiones socio-históricas y filosóficas, como así también proponer respuestas de salida, desde sus dimensiones económica y ambiental. Esta corriente, hace referencia a la cosmovisión de los pueblos originarios de América Latina, quienes proponen a la naturaleza como parte inherente del ser social, se sustenta sobre la base de sus creencias y prácticas que dan sentido y coherencia a una forma de habitar el mundo. Además, destaca el reconocimiento de la alteridad como sujeto del cambio social y rescata el concepto de comunidad y territorio en contraposición a la ética subjetiva de la racionalidad occidental. En definitiva, el Buen vivir tiene que ver con otra forma de ver el mundo, con una serie de derechos y garantías sociales, económicas y ambientales que se convierten en idea fuerza en un contexto que presenta desafíos, pero también oportunidades para construir un nuevo orden social.En este trabajo se concentra la atención en las implicancias del Buen Vivir en su dimensión política, es decir en las posibilidades que presenta como herramienta para la transformación social desde el rol fundamental que cumple el Estado como generador de políticas públicas de distribución de la riqueza y conservación de la naturaleza.Las intensas movilizaciones sociales de principio de siglo, visibilizaron la pluralidad, nacionalización y democratización de los procesos sociales; dentro de los cuales existen tensiones y contradicciones (internas y externas) pero a diferencia de otros momentos históricos, éste se ha dado en un marco que Álvaro García Linera (2011) denomina como horizonte de época, compuesto por tres elementos principales: Estado Plurinacional, Régimen Autonómico e Industrialización de los Recursos Naturales. Se propone profundizar en cada uno de ellos como principios rectores para la satisfacción de las necesidades materiales humanas mediante el diálogo vivificante con la naturaleza, preservándola para preservar también el destino y el bienestar común de las actuales y futuras generaciones de todos los seres vivos (García Linera, 2011).