IIPSI   26795
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES PSICOLOGICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Modelo del Triple Riesgo Delictivo: motivación antisocial y oportunidades delictivas en adolescentes argentinos
Autor/es:
BRUERA, JORGE; ARBACH, KARIN; BOBBIO, ANTONELLA; REDONDO, SANTIAGO
Lugar:
Madrid
Reunión:
Congreso; XII Congreso (Inter)Nacional de Psicología Jurídica y Forense; 2020
Institución organizadora:
Sociedad Española de Psicología Jurídica y Forense
Resumen:
Introducción: El modelo del Triple Riesgo Delictivo (TRD) (Redondo Illescas, 2015) ha intentado reunir en una meta-teoría los aportes de muchos desarrollos teóricos que se han propuesto a lo largo de las últimas décadas para explicar la conducta delictiva, y ya está siendo considerado como modelo teórico de base para la evaluación del riesgo delictivo y el diseño de intervenciones en diferentes lugares de Cataluña y España. Una de las premisas nucleares del modelo TRD es que la influencia interactiva y continuada sobre un individuo de riesgos personales y carencias en el apoyo prosocial determinará su posible ?motivación antisocial?, la cual interaccionará posteriormente con la posible exposición del sujeto a ?oportunidades delictivas? poniéndolo en un riesgo fehaciente de conducta antisocial. Por lo tanto, combinando motivación antisocial (baja/alta) y exposición a oportunidades delictivas (infrecuentes/frecuentes), se pueden hacer tres predicciones teóricas principales: a) cuando ambas influencias de riesgo son bajas, se espera un riesgo delictivo bajo; b) cuando uno de ellos es bajo pero el otro es alto, se puede esperar un riesgo de delito intermedio o moderado; y c) cuando ambos niveles de riesgo son altos, se debe esperar un nivel de riesgo delictivo alto (Redondo Illescas, 2015).Estudios con muestras juveniles de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Suecia, Finlandia, Países Bajos y España han soportado la influencia combinada de los factores de riesgo personales, sociales y de oportunidad sobre la delincuencia (Baskin-Sommers et al., 2016; Janssen, Eichelsheim, Deković, & Bruinsma, 2016; Meinert & Reinecke, 2018; Pérez Ramírez, 2012; Picado Valverde, & Salgado Ruíz, 2015). Sin embargo, escasos son los estudios sobre la interacción de factores de riesgo de delincuencia provenientes de América Latina o específicamente de Argentina, una región con altas tasas de privación de libertad de adolescentes en conflicto con la ley y con carencia de políticas públicas basadas en la evidencia.Es por esto que el principal objetivo de este estudio fue someter a contraste empírico, en un contexto con poca representación en la literatura criminológica mundial, uno de los principales postulados del modelo TRD. Más específicamente, se analizó si el nivel de riesgo estimado a partire la interacción entre motivación antisocial y oportunidades delictivas es útil para diferenciar entre adolescentes argentinos con y sin comportamiento delictivo oficial y autoinformado. Metodología: El estudio tuvo un diseño ex post facto retrospectivo con grupo cuasi control. La muestra fue seleccionada accidentalmente y estuvo conformada por 211 adolescentes varones de 13 a 18 años de edad de la provincia de Córdoba en Argentina. De ellos 67 eran varones privados de libertad por la comisión de delitos y 135 eran varones de población general sin antecedentes oficiales. Los datos se recogieron con preguntas diseñadas ad hoc y con cuestionarios de autoinforme preexistentes:-Abuso de drogas (factor de riesgo personal): se valoró a través de la subescala de uso de drogas de Normative Deviance Scale en su versión en español (Garrido & Arbach, 2015; Vazsonyi, Pickering, Junger, & Hessing, 2001).-Exposición a pares antisociales (factor de riesgo por carencias en apoyo prosocial): los participantes indicaron cuántos de los/as amigos/as de su grupo realizaban diferentes tipos de conductas antinormativas.-Barrio criminógeno (factor de riesgo relacionado a oportunidades delictivas, OD): se consultó a los adolescentes sobre el grado de vandalismo, casas abandonadas, robos y agresiones entre los vecinos, que estimaban en sus barrios.-Motivación antisocial (MA): se definió como el producto de la confluencia entre factores de riesgo individuales (abuso de drogas) y sociales (exposición a pares antisociales). Para estimar operativamente esta interacción, los puntajes brutos en esas dos variables se multiplicaron. -Riesgo delictivo: Los puntajes en MA y OD fueron dicotomizados por el puntaje correspondiente al percentil 75. Esto permitió clasificar a los sujetos en una de las siguientes categorías de riesgo criminal: (1) riesgo bajo, si los puntajes de MA y OD eran bajos; (2) riesgo moderado por MA, si su motivación era alta pero su puntaje de oportunidades era bajo; (3) riesgo moderado por OD, si su puntaje de oportunidad delictiva era alto pero su motivación antisocial era baja; y (4) riesgo alto si los puntajes en MA y OD eran ambos altos.-Variables criterio: a) Conducta delictiva oficial: definida dicotómicamente (jóvenes infractores [con antecedentes oficiales] y jóvenes no infractores [sin antecedentes oficiales]); b) Conducta antisocial autoinformada: se valoró a través de la subescalas de vandalismo, hurto y agresiones físicas de la Normative Deviance Scale en su versión en español (Garrido & Arbach, 2015). El puntaje obtenido del autoinforme, fue dicotomizado por el percentil 75. Por lo tanto, se formaron dos grupos: participantes con comportamientos antisociales autoinformados más frecuentes y graves (CAA grave) y participantes con comportamientos antisociales autoinformados infrecuentes y de baja gravedad (CAA leve).Para el contraste de hipótesis de independencia entre los grupos (infractores vs. no infractores; CAA grave vs. CAA leve) se calcularon tablas de contingencia y el estadístico χ2. Resultados: El nivel de riesgo delictivo, estimado a partir de la interacción entre MA y OD discriminó con alta especificidad a los sujetos de la muestra en ambos criterios de comportamiento antisocial (oficial y autoinformado); aun así, fue más eficaz para predecir los comportamientos antisociales registrados de manera autoinformada. De los sujetos clasificados como de riesgo bajo, el 79% carecía de registros oficiales de conducta delictiva y el 93% carecía de autoinforme de conductas antisociales frecuentes y graves. Por el contrario, de los que mostraron un riesgo delictivo alto, el 84% mostró un comportamiento antisocial oficial y la misma proporción reportó tener comportamientos antisociales frecuentes y graves. Por otro lado, el riesgo delictivo mostró menos poder predictivo en el caso de niveles de riesgo moderados. En el caso de sujetos clasificados como de riesgo moderado por alta MA, la mayoría tenía comportamiento antisocial oficial (73%) y comportamiento autoinformado grave / frecuente (61%). En contraste, un porcentaje menor de los sujetos clasificados como de riesgo moderado por exposición a OD mostraron comportamientos antisociales oficiales (29%) o comportamientos antisociales autoinformados graves / frecuentes (25%). Estas diferencias en el riesgo entre adolescentes infractores y no infractores [χ2 (3,N=211)=52.90, p