CIITED   26768
CENTRO INTERDISCIPLINARIO DE INVESTIGACIONES EN TECNOLOGIAS Y DESARROLLO SOCIAL PARA EL NOA
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Desplazar lo efímero. Etnografía y modos locales de relación con la alteridad en contextos de Ferias en los Andes del Sur
Autor/es:
BUGALLO, LUCILA
Libro:
Etnografía y espacio: tránsitos conceptuales y desafíos del hacer
Editorial:
Universidad de Antioquia-Fondo Editorial Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
Referencias:
Lugar: Medellin; Año: 2021; p. 37 - 62
Resumen:
Escribir o hablar de etnografía es siempre bastante difícil, dado que es una práctica que sólo se entiende, justamente, practicándola. Posee pautas, procedimientos, técnicas; pero así y todo, su característica y valor principal provienen del hecho de ser un trabajo artesanal. Es artesanal, pero como práctica es metódica y rigurosa. Al mismo tiempo, nos toca personalmente y nos modifica; nos transforma como personas, para siempre. Nos transforma porque nos desplaza, nos saca de nuestro propio eje personal y cultural y nos lanza hacia otros universos de prácticas y sentidos. Es una experiencia que se nos hace cuerpo, relaciones, memoria; se nos hace gusto. La primera experiencia etnográfica es la del descentramiento y, posiblemente, también del encantamiento. Después vienen otras, quizás más cortas, quizás menos centrales, pero siempre intensas.Se trata de un 'método científico' en el que la herramienta es el mismo, la misma investigadora; esto puede resultar asombroso, incluso extraño y sospechoso desde posiciones positivistas. Ser herramienta significa que todos nuestros sentidos, nuestro interés y atención están puestos en el trabajo, en la relación con otros, al igual que nuestra capacidad de afectar y ser afectados . Los deseos, expectativas, incomprensiones de los otros así como de quien hace la etnografía se entrecruzan, se encuentran e influyen. Se nos atribuyen varios lugares y posiciones, que no siempre es fácil contradecir o rechazar. Las relaciones que entablamos traducen muchos de nuestros intereses pero también muchas más cosas: la propia historia de un grupo, los entramados en que se vio inserto, los devenires de las desgracias y opresiones que nos precedieron. ¿Cómo podemos encarnar tantas historias? ¿Cómo asumirlas, cómo rechazarlas? Los y las etnógrafas somos herramientas: percibimos, nos interesamos, nos conmovemos, analizamos, nos insertamos en relaciones, nos comprometemos, a la vez que intentamos desarmar algunas madejas enredadas y desactivar antiguas prácticas colonialistas. Muchas veces es difícil, y a pesar de las primeras décadas de su desarrollo , todavía confiamos en que la etnografía puede convertirse en una práctica descolonizadora que ayude a revisar nuestros estereotipos de conocimiento . Y para ello es necesario comprometernos con ella, enteramente.