INECOA   26036
INSTITUTO DE ECORREGIONES ANDINAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Paisaje Agrario en Casabindo, Puna de Jujuy
Autor/es:
ALBECK, MARÍA ESTER
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2016
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo; Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
La zona de Casabindo ha sido objeto de estudios sobre agricultura prehispánica desde inicios de la década de 1980, en particular el sector ubicado al noroeste del poblado actual, que abarca las quebradas de Potrero, Capinte y Tarante, donde se evidencia la mayor superficie de cultivo arqueológico del área. Dicho sector, y el que continúa hacia el norte integrando la Quebrada de Sayate, se caracteriza por un entorno donde dominan espacios abiertos, pautados por la geología de la zona. El quiebre en el paisaje, mediado por la continuidad del tipo de base geológica, ocurre en la Quebrada de Tarante. Hacia el sur de dicha quebrada la topografía se encuentra dominada por formaciones ignimbríticas, profundamente labradas por los cursos de agua (permanentes o temporarios) que determinan espacios agrícolas estrechos, donde la superficie de cultivo se halla limitada, casi exclusivamente, a los taludes formados al pie de farallones rocosos verticales (desde la Quebrada de Queñoal hasta Río Blanco). Al sur de esta última localidad, los sectores de cultivo arqueológico se vuelven ínfimos.En Casabindo se evidencian vestigios de asentamientos agro-pastoriles desde la etapa aldeana. Si bien algunas de las estructuras agrícolas han sido adscriptas a esta etapa de desarrollo prehispánico, el mayor conjunto de construcciones de cultivo arqueológicas corresponde al momento incaico. Durante este último período la zona de Casabindo fue transformada en un bolsón de producción agrícola estatal, presumiblemente como parte de una logística vinculada con el Qhapaq Ñan, cuya traza corre por el fondo del Bolsón de Guayatayoc, paralela al frente montañoso de la Serranía de Casabindo.Las estructuras de cultivo correspondientes a la etapa aldeana comprenden grandes canchones ubicados en los fondos de valle y limitados por líneas de piedra levantadas con bloques irregulares de tamaño mediano a grande. Con posterioridad, las áreas de cultivo se construyeron tanto en los fondos de valle en la forma de amplios aterrazados, como sobre los laterales de las quebradas, ocupando los taludes serranos. Este último tipo de emplazamiento es el que resulta más ubicuo y alcanza conjuntos sorprendentes como el extenso sistema descripto por Boman en Sayate, la ladera norte de Potrero y el faldeo norte de Puerta de Tucute. En esta última localización se han reconocido andenes en anfiteatro y un muro ciclópeo, ambos tipos de indudable factura incaica. En consonancia con el desarrollo de los grandes conjuntos de andenes se registran vestigios de extensas obras de riego, algunas relacionadas con reservorios de agua y vinculadas con un extraordinario manejo de la pendiente. Estos sistemas se hallan mejor conservados y resultan más fáciles de identificar en las quebradas abiertas del sector septentrional de la zona de estudio.El paisaje agrícola prehispánico de Casabindo registra una evolución de al menos 2.000 años, con un clímax para el Período Intermedio Tardío e Inca, y muestra continuidad en la etapa colonial temprana hasta el siglo XX. A lo largo de su desarrollo presenta diferentes particularidades que permiten ser vinculadas con la historia cultural y el dominio tecnológico de las sociedades que las construyeron y utilizaron.