IECH   26002
INSTITUTO DE ESTUDIOS CRITICOS EN HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Patronato en la Argentina, siglo XIX: las ventajas de lo tácito
Autor/es:
IGNACIO MARTÍNEZ
Lugar:
Lisboa
Reunión:
Encuentro; Aplicações e transgressões do último padroado régio ibero-americano *; 2019
Institución organizadora:
Centro de Estudos de HIstória Religiosa da Universidade Católica Portuguesa
Resumen:
En el contexto hispanoamericano la relación formal entre Estado e Iglesia argentinos es, a primera vista, un caso extraño. En la Argentina no se dio ninguna de las dos soluciones usuales entre los demás países para resolver el dilema del vínculo entre catolicismo y poder soberano en las repúblicas que se independizaron de la Corona española. Esto es, la extinción del vínculo entre poder político y eclesiástico, por un lado, o la firma de concordatos que ratificaban para el catolicismo el carácter de religión oficial a cambio del ejercicio del patronato delegado por Roma. En cambio, en nuestro caso el patronato siguió vigente con rango constitucional hasta 1966, sin ser reconocido formalmente por la Santa Sede y sin que existiera, hasta ese año, un acuerdo formal entre Roma y el gobierno argentino. Ello en un contexto en el que la religión católica dejó de ser la religión oficial en la Argentina desde mediados del siglo XIX y, sin embargo, su culto fue el único que recibió sostén económico del Estado, por mandato constitucional. En mi intervención el propósito será reflexionar sobre el modo en que los diferentes actores, civiles y eclesiásticos, buscaron y muchas veces consiguieron sacar provecho del carácter precario e indefinido del patronato a lo largo del siglo XIX. Intentaré identificar, asimismo, en qué momentos y de qué modo, en la disputa por el modo de ejercer esa facultad, algunos sectores se vieron fortalecidos, mientras que otros perdieron poder eclesiástico. La hipótesis que subyace a estas reflexiones es que en la ambigüedad, o indeterminación, del patronato se fueron fortaleciendo las instituciones estatal y eclesiástica a escala nacional y transnacional. De esa hipótesis se desprende que, aunque resulte paradójico, la supervivencia del patronato favoreció el cambio en las formas y escalas de los gobiernos civil y eclesiástico: fortaleció al Estado nacional y facilitó la construcción de una iglesia nacional con obediencia a Roma. Ello explicaría la perdurabilidad de esa figura en condiciones tan informales. Sin embargo, y si bien en muchas ocasiones encontraron en el patronato un espacio de convergencia, ese mismo instrumento se convirtió en un elemento de discordia y de definición de los intereses opuestos de Estado e Iglesia en Argentina hacia fines de siglo XIX. La reflexión se detiene a mediados de la década de 1880, cuando la Santa Sede rompe relaciones con el Estado argentino. La historia que sigue tendrá un nuevo viraje en la relación entre ambas instituciones y el patronato seguirá siendo un punto central en ese vínculo, pero esa historia excede el horizonte de mi intervención.