CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Este trabajo sitúa la figura barthesiana del "crítico patético" (fundada en la articulación de dos interrogantes: qué puede la literatura y cómo dialogar con ella) con referencia a una genealogía ensayística que remite a los ?ejercicios? retóricos y espirituales de Michel de Montaigne, pasa por las formalizaciones de lo ambiguo en los moralistas franceses de los siglo XVII y XVIII, para encontrar una primera y definitiva referencia doctrinaria en la utopía romántica del Absoluto literario, considerada como la inauguración del proyecto teórico en literatura. A lo largo de su obra crítica, Barthes propone indirectamente una reformulación de los dos postulados básicos del romanticismo de Jena: a. rescritura del primer postulado: lo que la literatura puede, en tanto afirmación soberana, privada de toda sanción, actúa sobre su propio estatuto institucional, lo inquieta, lo impugna; b.rescritura del segundo postulado: el diálogo crítico accede a la condición teórica, como teoría en acto del acto de escribir, si actúa a la manera de una ?cámara de ecos? en la que resuenan las fricciones de la afirmación literaria, de las potencias que afirma el deseo de escribir, sobre la superficie de los discursos. Según las coordenadas teóricas, retóricas y éticas que definen estas rescrituras, la figura barthesiana del crítico ensayista se reconoce por dos rúbricas: el humor polémico y la audacia teórica.En este ensayo nos ocupamos fundamentalmente de señalar las huellas de la primera rúbrica en distintas intervenciones críticas de Barthes.