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1. Introducción - Los Bienes Culturales Ambientales (BCA) son un capital y un patrimonio de la sociedad y deben considerarse como un recurso escaso y no renovable (Cirvini y Raffa, 2010). Asimismo, la Agencia Internacional de Energía - IEA (2019) afirma que los edificios y los sectores de construcción son responsables de casi el 40 % del total de las emisiones mundiales -directas e indirectas- de dióxido de carbono (CO2). Por estos motivos, la intervención de edificios de carácter patrimonial supone una relación directa con la sustentabilidad. Al respecto, los edificios que han quedado abandonados u obsoletos sólo han sobrevivido si se han intervenido para su reutilización (Simancas Alarcón, 2013). La modificación de la edificación pretende encontrar en el edificio nuevos usos acordes con las nuevas necesidades arquitectónicas, que permitan conservar las características patrimoniales de su arquitectura original y que a la vez integren estrategias de diseño pasivo y de eficiencia energética que minimicen los requerimientos de energías no renovables.El objetivo de este trabajo es valorar el desempeño térmico invernal de dos casonas de carácter patrimonial del siglo XIX, intervenidas con cambio de uso: una rehabilitada como lodge y la otra como museo. 2. Métodos - La metodología se dividió en tres etapas: 1- Análisis morfológico, funcional y dimensional. 2- Estudio de las propiedades de los materiales. 3- Monitoreo in situ de las temperaturas superficiales, de las temperaturas interiores del aire y del microclima exterior.3. Resultados y discusión ESPERADOS - Las temperaturas exteriores presentan grandes amplitudes térmicas alrededor de los 14 °C, mientras que las temperaturas interiores oscilan entre los 2 °C y los 4 °C de amplitud térmica. Esto se debe a la gran inercia térmica que presentan los edificios patrimoniales que, en el caso de climas templados con grandes variaciones diarias y estacionales, se presenta como una fortaleza. La excepción se plantea en el piso superior del lodge que se sobrecalienta durante el día y se enfría durante la noche debido a la materialidad de su envolvente, que es liviana y con alta conductividad.4. Conclusiones ESPERADAS - Las características arquitectónicas de los edificios analizados -forma, materialidad, emplazamiento en el terreno, orientaciones-, benefician su desempeño térmico y permiten la incorporación de estrategias pasivas de acondicionamiento térmico y energético para una adecuada rehabilitación. Por ejemplo, incorporar espuma de poliuretano de 0,075 o 0,10 m de espesor en las cubiertas o reemplazar por doble vidrio hermético (DVH) en las aberturas, podría mejorar dicho comportamiento sin interferir con su carácter patrimonial. Es importante destacar que si se considera que los BCA son un recurso escaso y no renovable, una intervención energético-ambiental es imprescindible para prolongar su vida útil, reducir impactos de una obra nueva y mantenerlos en el tiempo para las futuras generaciones.