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La rehabilitación de edificios de carácter patrimonial supone una relación directa con la sustentabilidad; porque al mantener en pie una edificación existente se reducen los consumos y emisiones de una obra nueva. Este factor se incrementa si para levantar el nuevo edificio hay que demoler uno existente. El objetivo de este trabajo es comparar el desempeño térmico estival de dos casonas de carácter patrimonial con cambio de uso: una rehabilitada como lodge y la otra como museo. Ambas están emplazadas en un predio de más de una hectárea, con especies vegetales, sin la influencia directa de sombras arrojadas. Estas viviendas están ubicadas en el departamento de Maipú (Mendoza, Argentina). El período analizado es verano y corresponde febrero de 2016. La metodología se dividió en tres etapas: análisis morfológico, funcional y dimensional; estudio de las propiedades de los materiales; y, monitoreo in situ de variables ambientales. En la primera etapa se describieron los edificios en relación con su forma, tamaño y proporciones. Además se evaluó la relación entre elementos opacos y transparentes de la envolvente; entre área vidriada y área de piso; y se calculó la superficie, el volumen y el factor de forma (FAEP). En la segunda etapa, se relevaron los principales materiales de la envolvente para observar sus propiedades físicas y se cálculo la inercia térmica. Por último, las variables ambientales se obtuvieron a través de microadquisidores marca ONSET, modelo HOBO U12 y con una cámara termográfica marca FLIR, modelo i3. Los resultados indican que las variaciones de temperatura interior en ambos edificios oscilan entre los 2 y 8 °C con respecto al exterior. Sin embargo el chalet Gargantini, que cambió su uso a museo y se ocupa hasta las 19 horas, conserva 11 % más su temperatura interior en relación con Villa Victoria que se utiliza como posada.