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El modelo de desarrollo urbano de la ciudad de Mendoza difiere del adoptado en climas áridos. Su concepción urbanística está basada en la presencia de vegetación a lo largo de calles, plazas, parques y en cada manzana a través de patios. El desarrollo urbano del siglo XX fue debilitando esta trama verde característica, particularmente ?las plazas? fueron perdiendo espacio en la trama urbana y priorizando la incorporación de materiales sellados ante las superficies verdes, transformando estos espacios en agradables paisajísticamente, pero que empobrecen las condiciones de habitabilidad de la ciudad. Este trabajo hace un análisis de la configuración morfológica y la materialidad de las plazas atendiendo al carácter relevante de la misma en la trama urbana de la ciudad. Buscando elaborar un diagnóstico de la situación actual, con el objetivo final de definir pautas de diseño tendientes a maximizar sus beneficios ambientales y sociales que sean de utilidad a diseñadores y proyectistas.