"LA ZONA COSTERA DE ARGENTINA EN UN ESCENARIO DE CAMBIOS CLIMATICOS: VULNERABILIDAD, PERSPECTIVAS Y TENDENCIAS",

J.E. MARCOVECCHIO; LA COLLA, NOELIA; VALLINA, NOELIA; S. DE MARCO; HIDALGO FERNANDO; ARIAS, ANDRÉS HUGO; CARLA V. SPETTER

VULNERABILIDAD DE LAS ZONAS COSTERAS DE LATINOAMÉRICA AL CAMBIO CLIMÁTICO".

UNAM-ICMYT-UCampeche

Lugar: Mexico DF; Año: 2017;

La Zona Costera (ZC), como sistema de transición entre el continente y el océano, ha sido reconocida entre los ambientes de más alta productividad, mayor cantidad y diversidad de recursos naturales y significativa importancia para el desarrollo de las actividades humanas (Turner et al., 1996; Small & Nicholls, 2003; Martínez et al., 2007). La tasa de explotación de los recursos costeros, la expansión de la jurisdicción marítima hacia el límite de 200 millas y la amenaza del aumento del nivel del mar, entre otros, representan un tremendo reto para el manejo de la ZC Este complejo sistema natural ha sido drásticamente modificado a lo largo del tiempo, particularmente en el siglo XX, debido al asentamiento de poblaciones en expansión y crecientes actividades económicas (Church et al., 2010a). La mayoría de las grandes ciudades del mundo están ubicadas en la ZC o en su área de influencia, y entre el 25 y el 30% de la población humana mundial vive en una franja costera de ~60 km (Holligan & de Boois, 1993; Tol et al., 2008). En la ZC se concentran puertos e infraestructuras portuarias asociadas, industrias de diferentes clases (por ej., petroquímicas y refinerías, plásticos, fertilizantes y agroquímicos, alimentos, fármacos, textiles, etc.), plantas generadoras de energía e infraestructura edilicia de soporte para otras actividades (Sachs et al., 2001; McGranahan et al., 2007). Además de los beneficios económicos generados por la extracción de recursos naturales, los ecosistemas costeros son proveedores de servicios ambientales críticos, como son reciclado de nutrientes, control de inundaciones, refugio de diferentes especies biológicas, tratamiento de efluentes antrópicos y desarrollo de actividades culturales y recreativas, entre otros (Scavia et al., 2002). A pesar que estos servicios ecosistémicos normalmente no se encuentran incluidos en los mercados tradicionales, Costanza et al. (1997) estimaron que los ambientes costeros y marinos representan más de la mitad del valor de los servicios ecosistémicos globales.Este fenómeno también se da en Latinoamérica, y en el caso particular de Argentina la mayoría de sus ciudades más importantes (por ej., Buenos Aires, La Plata, Mar del Plata, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, entre otras) están localizadas en la ZC, y los datos del Censo Nacional de Población del 2010 mostraron que ~21 millones de personas (sobre una población total de 40,2 millones) viven en la ZC o su área de influencia, lo que representa el 52,24% (INDEC, 2010). Estos datos destacan la importancia multidimensional de la ZC, y el potencial impacto que puede implicar una modificación manifiesta. Así, la evaluación de la vulnerabilidad de la ZC a cambios ligados en el sistema climático mundial adquiere gran importancia. En este sentido, el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) definió a la vulnerabilidad como ?la medida en que un sistema natural o social es susceptible de sufrir daños por el cambio climático?, e indicó además que es una función de la magnitud de ese cambio, de la sensibilidad del sistema y de su capacidad de adaptación a las modificaciones observadas (Watson et al., 1998).