LA CRISIS HÍDRICA Y SUS CONSECUENCIAS ECOLÓGICAS EN EL RÍO NEGRO

MACCHI, PABLO A.

Congreso; Congreso Interuniversitario Laudato Sí; 2021

Las sociedades hídricas se han caracterizado por un manejo tecnológico y político del agua, con gran incidencia en la producción de sus territorios. De esta forma se han configurado los valles bajo riego y las ciudades en Patagonia Norte, donde el progreso y el desarrollo se asociaron históricamente al control racional de los recursos hídricos que proveen sus principales ríos. Estudios hidroclimáticos evidencian que desde 2010 existe una reducción en la disponibilidad hídrica, debido a la pérdida progresiva del caudal de los ríos, como consecuencia de la disminución de precipitaciones en la cordillera de los Andes. Este período de sequía, junto a diversas causas socio-políticas ha desencadenado una profunda crisis hídrica regional, evidenciando problemas de gestión. En los ríos patagónicos, diversas actividades humanas han impactado, en diferentes grados, sobre los ecosistemas acuáticos. Entre las más importantes se encuentran la ganadería, la agricultura, la agroindustria, la construcción de represas, la explotación de hidrocarburos y el crecimiento de las urbanizaciones. Particularmente en el río Negro estas actividades han afectado a la calidad de agua, evidenciando tramos críticos de degradación ambiental. Los principales cambios se asocian al aumento en la carga de materia orgánica y nutrientes (nitrógeno y fósforo), a un mayor número de bacterias coliformes y a la presencia de plaguicidas e hidrocarburos. Estos cambios han impactado en las comunidades biológicas del río, con una mayor densidad de algas y plantas acuáticas, y la disminución de la diversidad de los ensambles de invertebrados y peces. Estos disturbios, a su vez, han favorecido la susceptibilidad del ecosistema a ser invadido por especies exóticas. En general, los procesos ecológicos del río Negro, su calidad del agua y sus contribuciones a la sociedad han sido seriamente afectados. Es por ello que se hace necesario desarrollar políticas que atiendan no solo a las necesidades actuales, sino con una planificación futura, generando nuevos acuerdos institucionales y sociales entorno a la conservación y gestión sostenible de los ríos de la región.