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ResumenLas proyecciones de la Agencia Internacional de Energia (IAE) sobre la demanda energética mundial señalan que el consumo crecerá un 25 % en los próximos 20 años. Se calcula que, si bien las energías renovables y la generación nuclear serán las que más crecerán, no alcanzarán, en ese plazo, para reemplazar a los combustibles fósiles, los que seguirán siendo las fuentes principales de energia con una participación del 80% en la matriz global. En ese contexto, la aparición de nuevas tecnologías que permiten explotar los reservorios no convencionales de hidrocarburos constituye una alternativa apropiada y factible de desarrollar en términos de costo/beneficio para los próximos años. La cuenca neuquina es considerada una de las más interesantes de estudiar porque tan solo el potencial de Vaca Muerta es de 307,7 TCF (trillones de pie cúbicos) de gas y 16,2 BBO (billones de barriles o miles de millones de barriles) de petróleo, constituyendo la segunda y cuarta reserva mundial de estos hidrocarburos. La extracción de estos recursos requiere de operaciones más sofisticadas y complejas que las que se emplean en los reservorios convencionales, incluyendo perforaciones horizontales y estimulación hidráulica. Este proceso demanda grandes volúmenes de agua, agentes de sostén como arenas especiales, diversos químicos y una red de cañerías que permite colectar el fluido y trasportarlo. En el proceso se genera un importante volumen de agua de producción que retorna a la superficie con un alto contenido de sólidos disueltos y varios compuestos orgánicos e inorgánicos de origen geogénicos. Entre estos predominan algunos compuestos halogenados como cloruros, bromuros, fluoruros; estroncio y bario, algunos elementos radioactivos naturales y aditivos que se utilizan en la fractura, Este ?flowback? y agua de producción debe ser tratado, pudiendo ser reutilizado o reinyectado en unidades geológicas profundas. La disposición de estos fluidos posee normas estrictas y la presión sobre las empresas para que las reutilicen y reduzcan su volumen ha aumentado, al igual que los controles sobre las mismas con el objeto de minimizar la disposición de grandes volúmenes en sumideros y reducir el riesgo de sismicidad. La comparación de las condiciones que corresponden a los reservorios no convencionales operados en Estados Unidos con las presentes en Vaca Muerta es fundamentalmente diferente. La profundidad y espesor de la roca generadora, situadas a más de 3000 m, hace poco probable la migración de metano u otros hidrocarburos volátiles a los escasos o nulos acuíferos poco profundos existentes en esta región semiárida. También la calidad de las rocas y geología del lugar son particularmente diferentes. Por otra parte no existen en las proximidades de las locaciones poblaciones con un número sustantivo de habitantes estando la mayoría de las explotaciones aisladas en la meseta patagónica, mientras que en Estados Unidos se estima que 9.400.000 personas viven a una distancia inferior a 1,6 Km de las locaciones.Si bien existen indicios de posibles efectos nocivos sobre la salud, no hay a la fecha, estudios epidemiológicos suficientes que permitan caracterizar de manera concluyente estas observaciones. Los mayores impactos son los provenientes de la contaminación del aire, del agua, del tráfico intenso de vehículos pesados, el exceso de ruido y el estrés psicosocial asociado a los cambios de las costumbres de las comunidades aledañas. Los registros de efectos sobre la salud de los trabajadores de la industria son también limitados, pero en general se los asocia con el riesgo de accidentes por el uso de equipamiento pesado, la inhalación de finas partículas de arenas y sílice que pueden producir enfermedades del pulmón o la exposición a algún derrame de los químicos utilizados en el proceso.Sin duda, la explotación de los hidrocarburos no convencionales se incrementará en Neuquen, en el país y en el mundo en las próximas décadas. Para controlar el impacto ambiental que la misma produce es imprescindible conocer las variaciones regionales existentes y la tecnología aplicada, poniendo en valor las diversas estrategias desarrolladas en el mundo para minimizar los impactos sobre el medio ambiente y el ecosistema económico, político y social.