Literatura en lectura fácil: por el derecho y el placer de leer

OTERO, JULIA; ANALÍA GUTIÉRREZ

Congreso; Tercer Congreso Internacional de Buenas Prácticas en Discapacidad de Vicente López; 2020

Municipalidad de Vicente Lopez

En los últimos años, la lectura fácil ha ganado espacios. Se habla de lectura fácil, se capacita sobre cómo redactar textos accesibles, se asume como práctica en ciertas comunicaciones del Estado y espacios culturales, se han generado espacios de trabajo para personas con discapacidad como validadores y validadoras, se han abierto clubes de lectura y se publica literatura.Desde Lengua Franca, en tres años, hemos realizado dos encuentros internacionales de buenas prácticas; publicado tres libros con quince cuentos que son utilizados en clubes de lectura de Argentina y España; adaptado materiales sobre el cuidado de la salud durante la pandemia, prevención de abuso infantil y violencia de género; capacitado a 100 personas de distintos ámbitos sobre cómo adaptar textos; participado en charlas y clases para docentes de todos los niveles y organizado espacios de lectura grupal con lectores y lectoras.En esta presentación, no queremos fundamentar el valor de la lectura fácil para el acceso a la información y a la educación, para el cumplimiento de derechos, la autodeterminación y la participación. Queremos presentar la lectura fácil como modo de disfrute, como acceso a la cultura y al entretenimiento. Nos proponemos compartir la experiencia de leer en pantalla un cuento de Jorge Luis Borges, ?El encuentro?, escrito, ilustrado, validado y maquetado según las directrices de la Federación Internacional de Bibliotecas para textos en lectura Fácil (IFLA 2010) para leer en pantalla, con o sin audio.Es un modo de acercar la lectura fácil a un número no definido de lectores y lectoras y responder a la demanda de una joven que después de haber validado dijo: ?Me gustaría que sigan haciendo otros cuentos que no sean para niños?. La pandemia ha magnificado las barreras con que se enfrentan las personas con discapacidad. Las más notorias se vinculan con la salud, pero también se han puesto de manifiesto las barreras relacionadas con la comunicación en el acceso a las medidas de prevención y a los protocolos de asistencia en casos de contagio; en situaciones de educación o teletrabajo, y en las relaciones sociales. En similar rango de importancia pero con mucha menos consideración, el aislamiento social preventivo obligatorio resintió el cumplimiento del derecho a participar en igualdad de condiciones con las demás personas en la vida cultural y al esparcimiento. Si algo caracterizó el inicio de la ?cuarentena? fueron los cuidados y la necesidad de valorizar el tiempo en casa con actividades que además de lo obligatorio y lo necesario, dieran placer a este tiempo difícil, por ejemplo, a través de la cultura. Pero la oferta de bienes culturales accesibles en los medios de comunicación y en la web ha sido escasa.Esta práctica tiene por objetivo valorizar el acceso a la cultura y al esparcimiento como derecho, como contribución al bienestar, como ampliación del conocimiento y como aporte disfrute a través de la literatura en lectura fácil.