CITRA   25434
CENTRO DE INNOVACION DE LOS TRABAJADORES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Cambios en las dinámicas de administración del comercio y la producción mundial a partir de la crisis de 2008
Autor/es:
BERTONI RAMIRO LUIS; LISANDRO MONDINO; ANAHI RAMPININI
Lugar:
Capital Federal
Reunión:
Congreso; III Congreso de Economía Política para la Argentina; 2018
Institución organizadora:
Economía Política para la Argentina (EPPA)
Resumen:
Desde comienzos de siglo se han evidenciado dos periodos marcadamente distintos en el comportamiento de los flujos comerciales a nivel global. El primero, entre 2002 y 2008, se caracteriza por la aceleración de la tasa de crecimiento del comercio mundial respecto del producto bruto mundial, el segundo, que comienza luego de la crisis internacional de 2008 y continúa hasta la actualidad, muestra una reversión de dicha tendencia con un estancamiento de la relación entre el comercio mundial y el producto bruto global. Las exportaciones mundiales pasaron de representar el 23% del PBI global en el año 2001 a representar el 31% en el año 2008, un aumento promedio de 1,14 puntos porcentuales por año que resulta infinitamente mayor al crecimiento promedio de 0,3 puntos porcentuales anuales vigente durante los 40 años anteriores. Luego de la crisis internacional las exportaciones mundiales nunca recuperan el peso que llegaron a tener en 2008 sobre el PIB global, alcanzando un 30% en 2010 para luego retroceder a un 27,5% para 2016.El primer periodo se puede entender principalmente a partir del aumento del comercio de bienes intermedios, que incrementan su participación en el comercio global de un 35% del total comerciado en 2001 a un 43% en 2008, lo que está relacionado con la documentada aceleración de la fragmentación de la producción entre países y la consolidación a nivel mundial del esquema de producción basado en las Cadenas Globales de Valor (CGV) (ver Gráfico 1). Según el reciente ?Informe sobre el desarrollo de las cadenas de valor mundiales 2017? publicado por la Organización Mundial del Comercio (2018), durante el periodo en cuestión, la cantidad promedio de eslabones productivos existentes entre el ingreso de los insumos primarios al proceso de producción y la generación de los bienes finales, lo que se conoce como el ?largo? de las CGV, ha aumentado de manera significativa.Este fenómeno se ha dado especialmente en aquellas cadenas que cruzan las fronteras nacionales, dando cuenta del incremento del comercio internacional de bienes intermedios. La Organización Mundial del Comercio (2018) denomina a estas CGV en las que el valor agregado producido por un país cruza fronteras en más de una oportunidad, es decir, primero como una exportación de un insumo intermedio para la industria importadora del país contraparte, que luego lo (re)exporta, tanto como bien intermedio para otra industria que continúa el proceso productivo o como bien final, como CGV compleja. En contraposición, las CGV simples, son aquellas en las que el valor agregado producido por un país cruza fronteras solo una vez, tanto como insumo para un proceso productivo cuyo bien final permanece en el país contraparte o como bien final para la demanda final del mercado del país contraparte.En efecto, durante el periodo comprendido entre el año 2000 y el estallido de la crisis financiera internacional, la generación de valor a partir de la producción en las CGV, tanto simples como complejas, aumentó su participación como actividad generadora del PBI global (ver Gráfico 2), a costa de las actividades de producción cuyo destino exclusivo son los mercados internos. Este fenómeno se revierte luego de la crisis internacional de 2008, reduciendo el comercio de bienes intermedios y explicando en gran medida el cambio de dinámica del comercio global.La distribución geográfica del fenómeno descripto, tanto en su fase de auge como especialmente en su reversión post crisis, no es homogénea (ver Gráfico 3). El crecimiento del comercio global de la mano de la expansión de la producción mediante CGV complejas sucede principalmente en la región del este asiático y dentro de la Unión Europea , y su reversión posterior a la crisis internacional impacta casi exclusivamente en la región del este asiático, mientras que en el resto del mundo se estanca o sigue creciendo como sucede hacia a dentro de la Unión Europea.Estás dinámicas del comercio mundial reflejan las modificaciones en la distribución geográfica de la producción a nivel global. Desde principios de siglo que se observa como las economías avanzadas han reducido su participación en la generación del PBI mundial, del 57% en el año 2000 al 41% en 2018; a manos de las economías emergentes o en desarrollo, principalmente las economías del este y sur de Asia, que aumentan su participación del 30% en el 2000 al 45% en 2018 .Esta dinámica de la producción y el comercio global permitió modificar el balance de fuerzas, particularmente en lo referido al poder de negociación y el peso en las decisiones, al interior de los organismos internacionales (Geeraerts, 2011; Wade, 2011). Frente a este fenómeno, con el justificativo de que la OMC era un ambito insuficiente para pasar de una ?integración suerficial? a una ?integración profunda?, en un escenario de creciente gravitación del despliegue de las CGV lideradas por corporaciones transnacionales, se comenzó a observar una profundización en la proliferación de Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales liderados por los países centrales, que luego se intentarían consolidar mediante los denominados Mega Acuerdos multilaterales, incorporando así cuestiones regulatorias relevantes para los países centrales cuyo tratamiento en los organismos internacionales, principalmente la OMC, estaba estancado.Debe destacarse la interrelación entre este estancamiento de la OMC y el surgimiento de esquemas de regulación internacional alternativos, con la realidad del comercio mundial de las últimas décadas, que responde principalmente a las dinámicas de offshoring de las corporaciones transnacionales a través de las CGV. Por ello, los requerimientos en cuanto a los marcos regulatorios internacionales necesarios para el funcionamiento de este esquema de producción global han cambiado. Las regulaciones basadas en los acuerdos de la OMC de 1994, año de su creación, que a su vez estaban basados en lo firmado en 1947 en el General Agreement on Tariffs and Trade (GATT), no son funcionales a las necesidades de corporaciones internacionales, cuyos intereses en cuanto al marco regulatorio global tienen que ver con la protección de sus inversiones y de su propiedad intelectual, junto con que los flujos de bienes y servicios, y principalmente, de sus ganancias, estén garantizados (Baldwin, 2011 y 2016).Es en este marco que se puede entender la evolución de las políticas comerciales aplicadas por los países desde la creación de la OMC a la fecha (ver Gráfico 4), donde la distribución del tipo de medidas de política comercial notificadas a la OMC ha variado desde una distribución relativamente pareja entre los 5 instrumentos más utilizados hacia la casi exclusiva, y abusiva , utilización de barreras técnicas al comercio y medidas sanitarias y fitosanitarias, en la actualidad. Es decir, podemos entender a estas medidas no como esquemas de restricción al comercio internacional o como un ?proteccionismo? similar al registrado luego de la crisis de 1929, sino como un esquema de medidas de administración selectiva del comercio internacional, medidas que son intencionalmente ordenadoras respecto de qué es lo que se comercia, desde qué países de origen, y especialmente, a qué empresas productoras es a las que se les compra y a cuáles no.En efecto, la cantidad de medidas no arancelarias notificadas a la OMC evoluciona acompañando de forma relativamente proporcional al crecimiento del comercio mundial (ver Gráfico 5), mientras que al mismo tiempo puede observarse que los países que han implementado medidas sanitarias y fitosanitarias y obstáculos técnicos al comercio son principalmente los países considerados de ingresos altos y medios altos, es decir, los países centrales o desarrollados (ver Gráfico 6). El hecho de que en estos países se encuentren las casas matrices de las corporaciones líderes de las CGV, que son las que en general se apropian de la mayor parte del valor generado a lo largo de las cadenas, no parece ser una casualidad, sino que es indicio de que estas formas de administrar selectivamente los flujos de comercio global pueden ser una exigencia de las empresas transnacionales para garantizar sus flujos internacionales de bienes y servicios.Adicionalmente, por las exigencias de este tipo de medidas de política comercial: deben ser cumplidas por los productores nacionales de quien las aplica; su certificación es realizada por organismos públicos o privados seleccionados, muchas veces internacionales; los costos de certificación suelen ser elevados; entre otras; es que se entiende que requieren un nivel de complejidad del entramado productivo y de la capacidad de los entes reguladores e implementadores de tales requisitos que hace, por un lado, compleja su utilización o recusación por parte de los países de menores recursos relativos y por el otro lado, fácil su utilización de forma abusiva por parte de los países desarrollados como forma de administrar selectivamente entre proveedores sus flujos de comercio (Bertoni et al, 2018).