El doble carácter de la sustentabilidad en las organizaciones asociativas: prácticas económicas, políticas, sociales y ambientales en cooperativas de recuperadores urbanos de la Ciudad de Buenos Aires, 2007-2013

MALDOVAN BONELLI, JOHANNA

Recicloscopio VI

UNQUI-UNLA-UNGS

Año: 2020; p. 45 - 71

La problemática de la sustentabilidad, ha sido abordada de manera continua desde los primeros debates que se abrieron en torno a ella en los años 70´, tras los sucesivos cuestionamientos realizados al modelo de acumulación vigente. A lo largo de las últimas décadas la noción de sustentabilidad ha estado presente en el desarrollo de programas y políticas públicas así como de organismos multilaterales y ha sido objeto de convenciones y acuerdos internacionales. Ahora bien, la noción de sustentabilidad continúa siendo un campo en disputa y han sido remarcadas en sendas ocasiones las dificultades que existen al momento de generar un consenso acerca de su definición así como de indicadores que permitan dar cuenta de ésta. Uno de los usos más convencionales del término refiere al explicitado en el informe Brutland (1987) en donde se remarcan al menos dos cuestiones: 1. la sustentabilidad refiere a las prácticas del hoy y su incidencia en las generaciones futuras y 2. la necesidad de articular las dimensiones ambientales, económicas, sociales y políticas en los procesos de desarrollo. A partir de allí la noción de sustentabilidad ha sido también incorporada a los objetivos organizacionales de grandes, pequeñas y medianas empresas abriéndose nuevos debates acerca de lo que implica la sustentabilidad en el contexto organizacional. En este marco, las organizaciones asociativas constituyen un campo específico, dado por las particularidades que caracterizan a este tipo de empresas. Este capítulo busca aportar a estos debates a partir del análisis de las cooperativas de cartoneros de la Ciudad de Buenos Aires, en tanto tipo asociativo particular. Estas organizaciones, tras más de una década de su conformación, han tenido un reposicionamiento y legitimación en el sistema de higiene urbana local, siendo actualmente licitarias del servicio de recolección de RSU secos en la Ciudad. De ahí que, en un contexto en el cual el despliegue de políticas ambientales tiene por eje la inclusión social de los recuperadores ?informales? de residuos a través de su cooperativización, resulta de importancia reflexionar acerca de las normas y prácticas que habilitan garantizar la sustentabilidad de estas organizaciones. Para ello buscaré dar cuenta de cómo los actores asociados construyen cotidianamente sus organizaciones, las regulaciones que pesan sobre la actividad que las enmarca y cuáles son los vínculos que se generan en estos procesos y de ahí, cómo ello puede producir procesos de transformación o reproducción de determinadas prácticas que habilitan o limitan la sustentabilidad de estas experiencias. Desde esta mirada se propone que el análisis de las prácticas asociativas y su vinculación con la sustentabilidad organizacional debe tener presente de manera continua una doble dimensión: aquella que hace referencia a los requerimientos impuestos a las organizaciones ?desde afuera? y aquellas exigencias propias de los colectivos de trabajo para construir consensos y normas propias de funcionamiento, acordes con las disposiciones externas. Esta dinámica ?en permanente tensión- es entendida como una ?doble sustentabilidad?, externa e interna. Al hablar de sustentabilidad externa me refiero a los requerimientos de adaptación y encuadramiento de las organizaciones en las disposiciones que ?desde afuera? de la organización, imponen límites al accionar y construyen al mismo tiempo posibilidades de acción. La utilización de la figura jurídica cooperativa, la articulación con una determinada política pública o bien la adaptación a ciertos requisitos del mercado pueden ser entendidas de esta manera. Por otra parte, con sustentabilidad interna, me refiero a las necesidades y requerimientos de la organización en términos de crear y consensuar normas y prácticas que permitan mantener unido al colectivo que la constituye. La creación de símbolos y espacios comunes, de una identidad compartida y de reglas colectivas forma parte de esta dimensión. Cabe remarcar que en sendas ocasiones las exigencias que vienen de ?adentro? y de ?afuera? de las organizaciones no siempre son compatibles y muchas veces son hasta contradictorias, por lo cual la sustentabilidad se encuentra siempre en un equilibrio precario, que requiere ser constantemente recreado al modificarse las condiciones externas e internas de cada experiencia asociativa. De ahí que la reflexión en torno a la producción y reproducción de las prácticas asociativas requiere adoptar una perspectiva dinámica, atenta a las transformaciones contextuales, pero que también permita dar cuenta de los cambios en las aspiraciones e imaginarios de los trabajadores asociados