PERSONAL DE APOYO
MELO Walter Daniel
congresos y reuniones científicas
Título:
Deriva Litoral en Punta Tejada (Estuario de Bahía Blanca). X Reunión Argentina de Sedimentología
Autor/es:
MELO, WALTER DANIEL; CUADRADO DIANA
Lugar:
San Luis
Reunión:
Encuentro; X Reunión Argentina de Sedimentología; 2004
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Luis
Resumen:
Las corrientes litorales son generadas por las olas que inciden en la costa en forma oblicua provocando una deriva litoral, la cual dependiendo de la disponibilidad de material, puede acarrear importantes cantidades de sedimentos. Estas corrientes fluyen paralelas a la costa, siendo más fuertes en la zona de rompiente y decayendo rápidamente desde la rompiente hacia el mar. Según Visser (1991), las corrientes litorales tienen una velocidad media menor a 0,3 m/s, mientras que durante períodos de tormenta, la velocidad puede exceder 1 m/s. Hay varios indicadores cualitativos de la dirección y magnitud del transporte litoral. Un indicador de la dirección del transporte está dado por la acumulación de sedimentos a causa de la obstrucción de dicho transporte por la presencia de un espigón. También existen indicadores geomorfológicos del mencionado transporte. Entre ellos se encuentran la deflexión de los cursos de ríos y arroyos a causa del movimiento de la arena en la desembocadura, desplazamientos de la línea de costa en los promontorios, el crecimiento de las espigas en el sentido de la corriente litoral. Algunos de estos indicadores geomorfológicos fueron encontrados en Punta Tejada, en la costa de la provincia de Buenos Aires entre Puerto Belgrano y Pehuen-Có, donde la forma irregular de la misma presenta una concavidad (rada de Monte Hermoso) y los puntos extremos exhiben procesos costeros diferentes. Mientras la punta ubicada al Este es erosiva, la punta ubicada al Oeste, hacia el estuario de Bahía Blanca, presenta la formación de una espiga. Toda esta zona costera está caracterizada por una zona de médanos vegetados ubicados detrás de la playa posterior. La punta erosiva, exhibe una estrecha franja de playa caracterizada por acantilados marinos de color pardo amarillento de hasta 6 m de altura, constituidos principalmente por arena fina y limo. Estos depósitos responden a una dinámica fluvial de ríos fangosos de alta sinuosidad, con elevada carga en suspensión y fueron estudiados estratigráfica y paleoambientalmente por Zavala y Navarro (1993). La espiga, con una extensión de 2 km de longitud, presenta una dirección de transporte hacia el interior del estuario. Una marisma vegetada por Spartina Alterniflora identifica la porción que separa a la geoforma de la línea de costa. Por detrás de la playa se identifica la presencia de algunos médanos vivos. La ubicación de la espiga costera coincide con el delta de marea de reflujo del estuario de Bahía Blanca (Cuadrado y Perillo, 1997). Dicho delta está conformado por acumulaciones que resultan de la pérdida de competencia que poseen las corrientes de marea (fundamentalmente de reflujo) al ensancharse la boca del estuario, las cuales están expuestas a una gran interacción con las olas. Además se encuentran surcadas por canales por donde fluyen las corrientes de marea. Quedan así formadas acumulaciones cercanas a la costa y una serie de bancos subácueos que son expuestos en condiciones de bajamar, constituidos por sedimentos correspondientes al tamaño arena. En la costa alta de Punta Tejada existen médanos sin vegetar que son afectados por los vientos del NO predominantes de la zona, aportando una gran disponibilidad de sedimentos en la zona marina-costera (Montañez Santiago, 1972). El origen de la espiga puede explicarse como resultado del efecto de deriva litoral sobre estos sedimentos costeros. Dicha deriva es generada por olas cuyo origen son los vientos del SE. En esta región estas olas son las únicas que poseen el mayor fetch e ingresan directamente al estuario. Se han encontrado evidencias de la existencia de la deriva litoral a 4 m de profundidad en Puerto Rosales donde se ha detectado un campo de dunas con dirección hacia el Oeste. Dicho transporte es interrumpido por las fuertes corrientes generadas por la presencia del espigón existente en el lugar (Cuadrado et al., enviado). En contraposición a este transporte, la deriva litoral en el resto de la costa bonaerense con orientación E-O es hacia el Este, como se verifica en la desembocadura del Río Sauce Grande y Quequén Salado. Allí se puede observar la desviación en dicho sentido de los cursos de los ríos a causa de la acumulación de sedimentos transportados por la corriente litoral. En este caso las olas más frecuentes, provenientes del SO, serían las responsables de su origen. Cabe mencionar que los pasajes de sistemas frontales o ciclones provenientes de la cordillera generarían vientos de dirección SO (Piccolo et al., 1989) afectando toda la costa bonaerense con orientación E-O, siendo la segunda más frecuentes luego de la dirección N-NO. Como conclusión se puede decir que la zona costera donde existe la divergencia de direcciones de la deriva litoral se encontraría en la Rada de Monte Hermoso, donde una línea imaginaria que une el centro de la rada con el exterior de la Isla Trinidad separa dos zonas. Una zona, hacia el estuario, está caracterizada por olas del SE, dirección que posee un gran fetch, formando una deriva hacia el interior del estuario. Otra zona, hacia el mar afuera, caracterizada por olas generadas por vientos SO que producen una deriva litoral hacia el Est