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Cerros y volcanes han tenido y tienen una gran relevancia en la tradición andina. Particularmente, el oeste del Departamento de Tinogasta (Catamarca), específicamente las regiones de Fiambalá y Chaschuil, están signadas por la relevancia de los volcanes que han forjado de una u otra forma la historia regional prehispánica, desde tiempos del Arcaico hasta la ocupación incaica de estos territorios.Para momento del Arcaico Tardío (ca. 4000 años AP), momento del desarrollo de sociedades cazadoras recolectoras, el volcán Cerro Blanco tuvo relevancia en el desarrollo regional, dado que su última erupción sepultó la actual quebrada de Las Papas y seguramente cambió rutas y circuitos por los que se movían las poblaciones en esos momentos, además de generar un ambiente de alta inestabilidad.Para el Período Formativo e Inca, los primeros 1500 años de la era, el protagonismo lo asumieron los volcanes Incahuasi (6.638 msnm) y San Francisco (6018 msnm), tanto a través de evidencia directa e indirecta contenida en sus cimas como en sitios arqueológicos emplazados en ambiente altoandino en cotas superiores a los 4700 msnm (Fiambalá-1, SF-04 y SF-05), como así también las numerosas ?apachetas? que marcan lugares y definen rutas de ascenso. Es de destacar, que estos sitios son multi-componentes y en distintas oportunidades se ha sostenido que formaron parte de la logística vinculada con la realización de actividades ceremoniales vinculadas al culto a los volcanes, tanto por las sociedades productivas del primer milenio como la incaica. En este trabajo discutimos el papel de los volcanes para el desarrollo de la historia regional del oeste de Tinogasta (Catamarca), lo cual impactó de distintas formas en las sociedades del pasado, ya que alteró las rutas de circulación, generó movimientos de pueblos de las tierras bajas a las altas de la región, la desocupación de los fondos de valle por largas centurias, impulsó la realización de prácticas religiosas y también formaron parte del andamiaje político-religioso del Estado inca para anexar las regiones de Chaschuil y Fiambalá al imperio.