Ciencia ciudadana en el monitoreo de calidad del agua: experiencia de la integración como herramienta en investigación

ROCHA LUCIANA

Lanús

Jornada; XI Jornadas de Desarrollo Sustentable de la Cuenca Matanza-Riachuelo. V Jornadas Nacionales de Desarrollo Sustentable de Cuencas Hídricas: Desde lo global a lo regional: con un abordaje transdisciplinar para la gestión sustentable de cuencas; 2017

.Laboratorio Ambiental. Universidad Nacional de Lanús

A fin de preservar la vida acuática y los servicios ecosistémicos que brindan los sistemas fluviales, se requiere la implementación de protocolos sencillos de evaluación de calidad del agua y resulta prometedora la colaboración de ciudadanos voluntarios. En la última década ha aumentado la importancia y el alcance de programas que integran profesionales y voluntarios en la recolección de datos. La experiencia de la ejecución de estos programas, muestra que el trabajo en equipo resulta de gran valor tanto a nivel individual como para las autoridades en la protección de los recursos acuáticos; los voluntarios aprenden sobre la biología del sistema, el muestreo y las perturbaciones que devienen de los usos de la tierra y los profesionales se benefician con un uso más eficiente de su tiempo y energía para el procesamiento de la información, que resulta más amplia en el espacio y el tiempo. En 2012 se lanzó el Programa HSBC por el Agua en más de 30 ciudades del mundo para hacer frente a los riesgos que presentan los cursos de agua y también para llevar agua segura y servicios sanitarios mejorados a más de un millón de personas. Este programa se implementó a través de la asociación del instituto Earthwatch con ONGs, universidades e institutos. Esta iniciativa se desarrolló en Buenos Aires entre 2013 y 2016, y participaron empleados de una entidad bancaria como ciudadanos voluntarios e investigadores de la Universidad Nacional de Luján como capacitadores. El proyecto se enfocó en el relevamiento de información de calidad del agua de 22 sitios de arroyos de la provincia con diferente grado de urbanización a través de un protocolo estandarizado. Los voluntarios fueron entrenados en jornadas de capacitación y en campo recibieron el adiestramiento en técnicas sencillas de medición de parámetros de calidad del agua. Al finalizar la jornada se les asignaron los arroyos seleccionados y cada grupo fue provisto de una guía de trabajo y un kit de campo. La participación de los ciudadanos con diversas competencias y experiencias proporcionó importantes contribuciones a la investigación aumentando la cobertura espacial y temporal del estudio; generó información sistemática para diagnosticar la calidad del agua en diferentes condiciones de urbanización como también ideas creativas y nuevos enfoques. La actividad favoreció la investigación y permitió la transferencia a la comunidad a través de la retroalimentación ciudadano-profesional y la elaboración de un juego didáctico.