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En la naturaleza, la respuesta inmune estaría involucrada en la supervivencia individual participando en la resistencia a infecciones, siendo esta interacción un factor clave en la regulación de poblaciones animales. Para investigar aspectos relevantes de la interacción ambiente-inmunidad, se evaluó el efecto de dos circunstancias enfrentadas comúnmente por gran parte de los mamíferos silvestres: la carencia de recursos alimenticios y el conflicto social por hacinamiento. Durante 13 semanas, utilizando un diseño factorial 22 (duplicado), se evaluaron anticuerpos naturales (AcNs) y recuento de leucocitos en ratas Wistar (Rattus norvergicus) expuestas a restricción alimentaria (RA = 60% de la ración) y/o hacinamiento (H = individuo nuevo en el grupo cada 2 semanas). En Sem[6,9,12] los animales fueron inmunizados con BSA. Se obtuvieron muestras semanales de sangre entera y plasma para análisis hematológico. Los AcNs se evaluaron mediante hemoaglutinación. El análisis estadístico fue realizado con modelos lineales mixtos. Independientemente del tratamiento, los glóbulos rojos y blancos incrementaron moderadamente hasta Sem[5], estabilizándose hasta Sem[13]. Semanalmente, se evidenció un incremento en monocitos, neutrófilos y eosinófilos. Los linfocitos incrementaron hasta Sem[5], y disminuyeron levemente hasta Sem[13]. El conteo de monocitos presentó niveles menores en RA o H, sin sinergismo. Los niveles linfocitarios tendieron a ser menores (p= 0.06) en RA. Los tratamientos no afectaron los títulos de AcNs, que disminuyeron hasta Sem[13]. Se evidencia que factores como RA y/o H podrían afectar negativamente ciertos compartimentos de la respuesta inmune. El estrés ocasionado contribuiría a este efecto. A partir de este modelo se desarrollarán análisis complementarios para su aplicación a especies silvestres, de modo de evaluar su potencial como reservorios de zoonosis.