Lesiones histopatológicas encontradas en especies no convencionales.

SACCO SC; KRÜGER V; CÉPARO M; DOTTI G; MOSTAFÁ MM; TIBALDO G; SÁNCHEZ A

Tandil

Otro; Novena Reunión Argentina de Patología Veterinaria (IX RAPAVE 2014). Octavo Seminario de la Fundación ?Charles Louis Davis? en Argentina.; 2014

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires - Facultad de Ciencias Veterinarias

La medicina de mascotas se ha expandido notablemente en los últimos años y se ha popularizado la tenencia de especies no convencionales (aves, reptiles y mamíferos), convirtiéndose en un campo profesional emergente. Esto ha suscitado en los médicos veterinarios la necesidad de informarse respecto a las patologías frecuentes de estos animales, para poder atender las necesidades de salud y manejo. El objetivo del presente trabajo es presentar las lesiones histopatológicas observadas a partir de 24 casos de especies no convencionales, incluyendo reptiles, aves y mamíferos no domésticos. Las muestras fueron remitidas al Laboratorio de Anatomía Patológica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral. Las piezas fueron fijadas en formol bufferado al 10%, se deshidrataron, se incluyeron en parafina y se cortaron en micrótomo a 4 micras, siendo coloreadas con la tinción de Hematoxilina-Eosina. Las lesiones diagnosticadas en reptiles fueron enteritis necrotizante hemorrágica bacteriana y esteatosis hepática difusa en dos ejemplares de yacaré (Caiman latirostris). En una iguana verde (Iguana iguana) se observó un quiste dermoide con dermatitis granulomatosa asociada y en una curiyú (Eunectes notaeus) se evidenció dermatitis supurativa bacteriana. En aves, se hallaron lesiones de hepatitis necrótica con trombos bacterianos en tres cotorras australianas (Melopsittacus undulatus), una de ellas con perihepatitis asociada, y un cuarto ejemplar de esta misma especie presentó una enteritis necrótica bacteriana. En un guacamayo dorado (Ara rubrogenys) se observó aerosaculitis y neumonía crónica; en un tucán grande (Ramphastos toco) un carcinoma de células escamosas y en un faisán (Chrysolophus amherstiae) neumonía. En un diamante de Gould (Erythrura gouldiae) y en un canario (Serinus canaria domestica) se observó necrosis hepática y renal asociada a la acción de un tóxico; y en un ejemplar de saira militar (Tangara cyanocephala), necrosis tubular aguda renal. Un loro hablador (Amazona aestiva) mostró alteraciones degenerativas isquémicas neuronales en cerebro, cerebelo y médula espinal. En un espinero chico (Phacellodomus sibilatrix) se observó una dermatitis piogranulomatosa con presencia de una larva parasitaria (miasis). En una codorniz (Coturnix coturnix) y en un ñandú (Rhea americana) solamente se evidenciaron diversos órganos congestivos. En mamíferos, se hallaron lesiones en dos comadrejas (Didelphis albiventris) que revelaron esplenitis necrótica y hemosiderosis esplénica en un animal y gastritis hemorrágica, enteritis necrótica y presencia de parásitos en el otro. En una llama (Lama glama) y en un mono carayá (Allouatta caraya) se observaron congestión y edema pulmonar difuso; mientras que en un carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) esteatosis y necrosis centrolobulillar hepática y enteritis necrótica bacteriana. En un lobito de río (Lontra longicaudis) se encontró congestión meníngea y del encéfalo. El número de muestras de especies no convencionales que se reciben en el Laboratorio ha ido aumentando progresivamente en los últimos años, y concluimos que la observación microscópica de lesiones es una herramienta diagnóstica accesible en cuanto a toma de muestras, remisión al laboratorio y costo, y en muchos casos permite establecer, o al menos orientar, sobre las posibles causas de enfermedad en estos animales. Muchos animales silvestres encontrados muertos son remitidos al laboratorio para realizar vigilancia epidemiológica de enfermedades. Asimismo, en el caso de adopción doméstica de algunas especies (sobre todo aves y mamíferos) se recalca la importancia de la tenencia responsable de mascotas, teniendo en cuenta que el cambio de hábitat de los animales silvestres atenta contra la buena salud de los animales que se sustraen de su medio ambiente natural. De mayor importancia es la consideración que los animales silvestres y exóticos pueden ser portadores de enfermedades que se transmiten a los seres humanos. Los médicos veterinarios, como agentes de salud, sobre todo los clínicos de mascotas y los que trabajan en áreas relacionadas con la salud animal y salud pública, como los laboratorios de diagnóstico, deben conocer las enfermedades que afectan a estos animales, ser capaces de detectarlas e informar a los dueños acerca de las posibles zoonosis que los mismos pueden transmitir, creando conciencia sanitaria y de conservación de la fauna silvestre.