?Pugliese gobernador?. De la interna bonaerense a la campaña electoral

MARCELA FERRARI

Paraná

Congreso; XI Congreso Nacional de Ciencia Política; 2013

SAAP - UNER

En 1991 el radicalismo era derrotado por segunda vez consecutiva en las elecciones de gobernador de la provincia de Buenos Aires desde la recuperación democrática. En la ocasión, los candidatos presentados por los partidos mayoritarios fueron Eduardo Duhalde (FREJUFE, Frente Justicialista Federal) y Juan Carlos Pugliese (UCR). Resulta a priori paradójico que el radicalismo llevara como candidato a Pugliese, un dirigente de larga y sólida trayectoria partidaria, a quien en ese momento la población identificaba mucho más con su imposibilidad para controlar las variables macroeconómicas durante los pocos días en que ejerció la titularidad del ministerio de Economía (31/3/1989-14/6/1989), que con otros atributos que nutrían su background . Tanto más cuando todo indicaba que el candidato ?natural? del peronismo sería Duhalde , vicepresidente del gobierno nacional que exhibía en triunfo la derrota de la hiperinflación y el alcance de la estabilidad monetaria, ley de Convertibilidad mediante. Es probable que esa selección guardara relación con algunos de los rasgos atribuidos por Ollier (2010: 114) a la UCR bonaerense: el indiscutido liderazgo provincial de Raúl Alfonsín; la supremacía de la vida partidaria por sobre otras consideraciones políticas; la falta de renovación de dirigentes y el rol secundario de la demanda ciudadana en la elaboración de estrategias partidarias . Aquí se intentará mostrar empíricamente cómo operó esa lógica en combinación con las reglamentaciones partidarias (comportamientos informales y disposiciones formales, Pedrosa, 2004) en la selección de la candidatura y elección de los candidatos radicales que se presentaron a las elecciones abiertas de 1991, como también de qué manera el radicalismo bonaerense procuró impactar en la ciudadanía en vistas a la elección de gobernador. Porque aun cuando se haya afirmado que el humor del entorno social habría ?jugado un rol cero en la actividad partidaria provincial post 1987? (ibid: 115), el objetivo de cualquier organización partidaria es alcanzar la mayor cantidad de votos posibles para ganar cargos de gobierno (Panebianco, 1995), por lo que esto significa en materia de ejercicio de gobierno pero también porque son una de las principales, si no la principal, fuente de ingresos del partido. Por eso nos interesa observar de qué manera Pugliese, la cara más visible del radicalismo bonaerense en la ocasión, trató de atraer al electorado durante la campaña electoral. Al respecto, enfatizaremos en el discurso político de campaña, destacando los distintos componentes que nutrían el enunciado del candidato (descriptivo, didáctico, prescriptivo y programático) desde la clásica perspectiva de E. Verón (1987)