INVESTIGADORES
BABOT Maria Del Pilar
congresos y reuniones científicas
Título:
Continuidades, interacciones y cambios en Antofagasta de la Sierra (Catamarca, Puna Meridional Argentina)
Autor/es:
ASCHERO, CARLOS ALBERTO; MARTÍNEZ, JORGE GABRIEL; BABOT, MARÍA DEL PILAR; HOCSMAN, SALOMÓN; LOPEZ CAMPENY, SARA MARÍA LUISA; MARTEL, ALVARO RODRIGO; COHEN, MARÍA LORENA; ZURITA, RUY; ATALIVA, VICTOR
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Jornada; VI Jornadas de Comunicaciones de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (Universidad Nacional de Tucumán); 2003
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo, Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
La continuidad de las investigaciones en la microrregión de Antofagasta de la Sierra ha sido posible durante el periodo 2002-2003 mediante los subsidios del Programa CIUNT G-205 y del Proyecto PICT 4-09888. La apertura de nuevos sectores de excavación en distintos sitios en estudio, el hallazgo de nuevos sitios, el avance en los trabajos de laboratorio y nuevas dataciones radiocarbónicas, han permitido sostener la hipótesis de una continuidad de la ocupación humana durante el Holoceno en estos ambientes de la Puna Salada (3400 a 4200 msnm). Contra la aparente interrupción de la ocupación en el Holoceno medio en otras áreas de investigación de la Puna septentrional argentina y del Salar de Atacama, esta continuidad puede ser localmente explicada por la existencia de un sistema de parches de recursos vegetales -más una abundante población de camélidos silvestres (vicuñas y guanacos)- sostenidos por fuentes de agua permanente, del drenaje Oeste de las Sierras de Toconquis, del Volcán Galán y del Cerro Colorado o Ilanco. Pero ¿es esta una particular situación de lo que se ha dado en llamar los ecorefugios del Holoceno medio? Las interacciones y los cambios registrados para Antofagasta de la Sierra sugieren que el panorama de la Puna puede ser más complicado de lo que aun se conoce y que la interrupción de la ocupación de ciertas localidades de asentamiento puede obedecer a cambios en los programas de explotación de recursos y en las estrategias de movilidad que permitían llevarlos a cabo. La presencia de grandes herbívoros, como Megateridos hacia el Pleistoceno final, sugieren una significativa mayor extensión de vegas y/o humedales para sostener dicha fauna. Sin embargo, los registros de ocupación humana más antiguos (9900-9300 años AP), hasta ahora disponibles, indican una definida orientación hacia la caza de camélidos para esas épocas. Desde aquí, un primer momento de cambio ocurre hacia el 7500-6500 AP donde las tecnologías de caza muestran el uso de sistemas de armas de mayor eficiencia y una orientación hacia la caza colectiva, dejando abierta la probabilidad de asentamientos con mayor número de gente y una movilidad más pautada. Un segundo momento ocurre entre los 5000 y 3200 AP, que incluye los inicios de la domesticación de especies vegetales o uso de cultígenos y la domesticación de la llama, como productor de carne o lana y como animal de transporte, y una reorganización de las estrategias de movilidad y de la interacción regional. Posteriormente, en el marco de un proceso de incremento de la territorialidad, las prácticas productivas se afianzan constituyendo la base de la organización de los grupos y con ellas se consolida la movilidad reducida y el intercambio a mediana y larga distancia. Para las primeras situaciones de cambio aludidas la escala utilizada para el proyecto es microrregional mientras que para los cambios posteriores ocurridos entre 2500 y 1500 AP, entre el 1000 a 500 AP y luego entre los siglos XVI-XVIII y XIX-XX, la escala reduce su amplitud geográfica para concentrarse en la historia de los asentamientos y agentes sociales que operaron en la Quebrada del Río Las Pitas, vista en términos de sus interacciones con sociedades distantes y las conyunturas sociopolíticas que hicieron de Antofagasta de la Sierra un territorio en disputa entre países vecinos. Una escala que, hasta donde la Arqueología nos lo permite, es la Historia leída desde los pastores y sus tierras.